Bilbao. Patxi López comienza el año en el ojo del huracán, con su más que probable candidatura a las primarias del PSOE allá en el mes de septiembre, y en casa con un mensaje de consumo interno en el que puntualiza que sus sucesivos acuerdos en fiscalidad, reactivación económica y Presupuestos con el PNV no le neutralizan como partido de oposición. De hecho, este es uno de los mensajes que ha trasladado en los últimos días a la dirección y las organizaciones del PSE de cara a fijar las principales líneas del partido para el año 2014, cuyo "principal reto", ha precisado, es trabajar para la salida de la crisis y la creación de empleo, materias sobre las que "intensificará su exigencia" para que el Gobierno Vasco "dé respuesta".
El secretario general de los socialistas vascos trasladó esta agenda a la Comisión Ejecutiva del PSE reunida ayer en Donostia, a cuyos miembros anunció su propósito de "acentuar el papel de oposición" de la formación a través de las iniciativas que su grupo presentará en el Parlamento Vasco para controlar las acciones del Ejecutivo del lehendakari, Iñigo Urkullu. López aclaró, según la nota de prensa remitida por el PSE que, una vez aprobados los Presupuestos, los socialistas vascos "van a ser muy exigentes" para que los compromisos acordados se cumplan puntualmente y lleguen a la ciudadanía en forma de planes de empleo e inversiones. "No vamos a dejar que el Ejecutivo vasco siga durmiendo en los laureles mientras la ciudadanía lo pasa mal", expresó.
En este sentido, urgió a Lakua a que termine de elaborar en febrero a más tardar el plan de reactivación económica dotado con 6.290 millones de euros que pactó con el PNV, así como el proyecto de lucha conjunta contra el fraude fiscal.
Esta necesidad de marcar perfil opositor no puede desligarse de otro de los retos mencionados por López, las elecciones europeas de mayo, que los socialistas ven como un verdadero termómetro de cómo están calando sus medidas de renovación ideológica y como partido. Pero sobre todo, López emplazó a los suyos a preparar "a fondo" desde ya los comicios locales y forales de 2015, para los que se celebrarán primarias en septiembre, y en los que el PSE se juega mucho ya que en la actualidad solo gobierna en ocho municipios de la CAV, siendo Barakaldo el feudo socialista con más población tras perder en 2011 Gasteiz y Donostia. Con este objetivo, instó a las estructuras del PSE a "trabajar para abrir el partido a la sociedad, incorporando gente nueva y moviendo el banquillo".
El líder del PSE también anunció que su partido prestará atención al debate sobre el autogobierno que va a abrirse en el Parlamento, aunque advirtió de que no va a caer "en trampas soberanistas que dividan a la sociedad vasca". En este sentido, urgió a abordar sin "más demoras" las reformas en el entramado institucional para lograr la máxima eficacia del gasto público y evitar duplicidades e ineficiencias.
el relevo, 'no toca' A estas altura casi nadie duda de que el futuro a medio plazo de Patxi López pasa por Madrid, pero él puso ayer pie en pared ante la avalancha de declaraciones de los dirigentes del PSE en las que, de manera más o menos diáfana, se da por segura la candidatura de su secretario general a las primarias del PSOE para las elecciones generales de finales de 2015. Reiteró a los miembros de su ejecutiva, como lo hizo días atrás a las organizaciones locales y provinciales, que el reto de este año para los socialistas vascos es "hacer política en Euskadi", eso sí, "sin perder el tiempo en especulaciones de futuro".