vitoria. Dos años después de que ETA cesara su actividad y abriera una etapa en la que la pacificación se ha convertido en la meta a alcanzar, las posturas en el arco político vasco siguen inalterables. Con la organización armada y el Gobierno de Madrid como actores principales de un proceso lleno de aristas, los pronunciamientos de los partidos continúan instalados en sus posiciones iniciales. El PNV llamó ayer a redoblar esfuerzos a dos bandas en aras a resolver un conflicto que para EH Bildu tiene en el Ejecutivo español su principal obstáculo. Por su parte, tanto PP como PSE instaron a apagar los rescoldos de ETA reclamando otra vez más que la izquierda abertzale asuma sus errores del pasado.
ETA se encuentra, según el portavoz parlamentario del PNV Joseba Egibar, en "una situación dramática" porque dos años después del alto el fuego "no tiene a nadie al otro lado de la mesa" para "verificar la autenticidad" de su decisión y, así, poder emprender "un cierre ordenado". Ese viraje en su rumbo pudo haber pillado a contrapié a un PP, cuya oposición a entablar cualquier interlocución resulta "paradójica" en comparación a la distensión que obtuvo de anteriores ceses temporales de su actividad.
Con "macrojuicios de instrucción impresionantemente larga" -en referencia al juicio de las herriko tabernas- que suponen "una vuelta al pasado" influenciando el panorama actual, Egibar consideró necesario que el Gobierno español pueda acompañar el nuevo tiempo "con una serie de posiciones y posicionamientos" para que "definitivamente se consolide ese escenario de paz y normalización".
Autoproclamado como el lehendakari de la paz, por PSE y PSOE, Patxi López aseguró ayer en un acto en Nafarroa que el histórico pronunciamiento -que le pilló en un viaje oficial a EEUU- no fue "un regalo", sino un logro conseguido "a base de posiciones de firmeza democrática" de la sociedad vasca. Echada la vista atrás, la hoja de ruta para consolidar una convivencia futura basada "en la memoria, la justicia, la dignidad y la democracia" pasa en adelante por que ETA "desaparezca definitivamente".
Más incisivo en sus declaraciones para con EH Bildu, el portavoz e el Parlamento vasco del PSE, José Antonio Pastor, afirmó en Radio Euskadi que la reflexión de la izquierda abertzale tiene "una parte de sinceridad y mucho de tacticismo", porque "todavía hay determinados rescoldos que no acaban de asumir".
EH Bildu, una de las formaciones con un papel estratégico para sacar al proceso de paz del atolladero volvió a referirse al inmovilismo de Madrid como enfermedad que gripa el proceso. Tanto el parlamentario Dani Maeztu como el coordinador de Sortu en Gipuzkoa, Joxean Agirre, estimaron que, tras "dar pasos" en favor de la resolución del conflicto, la pelota está en el tejado del Gobierno del PP. El Estado debe "ir dando soluciones" ya que ETA "hizo caso al clamor social" en Euskadi, pero "a partir de ahí toca dar pasos en otras direcciones". No obstante, Maeztu llamó a "poner el foco" en un Gobierno español que aplica "políticas de excepción, una política penitenciaria de venganza o doctrinas jurisprudenciales".
La valoración del PP de la CAV sigue mirando hacia una izquierda abertzale "incapaz" de reconocer que "matar está muy mal", incidió el parlamentario Antón Damborenea. "ETA sigue existiendo, sigue dirigiendo a los presos y, de vez en cuando, manda cartas" a Bildu, formación que "sigue al pie de la letra" sus dictámenes, dijo.