Berlín. El candidato socialdemócrata a la cancillería alemana, Peer Steinbrück, insistió ayer en que no hay "automatismos" que deban precipitarles a una gran coalición con Angela Merkel y advirtió de que toda decisión pasa por una negociación sobre "contenidos" y "objetivos". "Ya lo dije ayer: la pelota está en el tejado de la señora Merkel", declaró Steinbrück en rueda de prensa, después de que la canciller y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) venciera claramente las elecciones del domingo con un 41,5% de los votos, pero se vea abocada a buscar un socio de coalición.

El SPD no tiene "ninguna prisa" en adoptar decisiones al respecto, puesto que además no recibió "ningún mandato" del elector para tratar de formar un gobierno, indicó Steinbrück, sin querer pronunciarse sobre cuáles serían los objetivos prioritarios de su formación, caso de plantearse esas negociaciones.

El líder de esta fuerza política, Sigmar Gabriel, señaló que había recibido una llamada de la canciller que en ese momento no atendió -sin precisar por qué- y que, dos horas después, recibió la siguiente llamada de Merkel, a la que sí respondió.

Gabriel, como Steinbrück, insistió en la ausencia de "automatismos" que deban precipitarles a tratar de entrar en negociaciones y anunció que el primer paso será la celebración de una convención del partido, el próximo viernes.

Dicha convención tendrá un formato de minicongreso, o reunión amplificada de su cúpula y ejecutivas, y en ella se abordará la posibilidad de esa gran coalición, como paso previo a cualquier otra decisión al respecto.

A eso seguirán "semanas o incluso meses" de posteriores decisiones, si es que llegan a entablarse negociaciones formales. Ambos representantes de la primera fuerza de la oposición rechazaron especificar cuáles eran sus "líneas rojas", sea en política europea o interior alemana, o las condiciones irrefutables para decidirse a iniciar siquiera los primeros sondeos.

La debacle sin precedentes del actual socio de gobierno, el Partido Liberal (FDP), que quedó fuera del Parlamento, aboca a Merkel a buscarse un nuevo aliado para formar un Ejecutivo estable. "Nosotros no queremos ser las siguientes víctimas de Merkel", aseguró Steinbrück, en alusión a la caída de electorado sufrido por el FDP, que se convirtió en socio de Merkel en 2009 con un 14,6% de los votos y ahora ha caído al 4,8%.

El propio SPD sufrió un retroceso de apoyos parecido cuando formó una gran coalición en la primera legislatura de Merkel, a la que accedió como socio prácticamente equiparado a la Unión de la canciller -un 33,2%- para quedar en las siguientes legislativas en el 23,0%.

dimite el presidente liberal El presidente del Partido Liberal (FDP) alemán, Philipp Rösler, vicecanciller y ministro de Economía en esta legislatura, dimitió ayer de su cargo al frente de la formación política tras la debacle electoral del domingo. En rueda de prensa en el Reichtag, sede del Parlamento, Rösler explicó que puso su cargo a disposición del partido durante la reunión que la cúpula de la formación mantuvo esta mañana en Berlín para analizar los resultados de los comicios.

El todavía vicecanciller calificó la de ayer como "la mayor derrota y la tarde más amarga para los liberales de Alemania" y mostró su disposición a "asumir toda la responsabilidad" por la histórica derrota.

Los liberales, socios estos últimos cuatro años de la canciller Angela Merkel, han quedado tras estos comicios fuera del Bundestag (cámara baja), del que formaban parte desde la fundación de la República Federal de Alemania. Rösler anunció que Christian Lindner, hasta ahora vicepresidente del FDP, presentó su candidatura a la presidencia durante la reunión de la jefatura liberal. El propio Lindner aclaró en la rueda de prensa que el resultado de ayer constituye una "censura" en la historia de la agrupación liberal, que necesita un periodo de "concienciación y reorientación" para volver a movilizar a sus electores.