BILBAO. La Comunidad Autónoma Vasca y La Rioja pondrán fin a décadas de desencuentro en las relaciones institucionales con la encuentro que el próximo 12 de septiembre mantendrán en Gasteiz el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente riojano Pedro Sanz. La reunión servirá para visualizar el inicio de un nuevo tiempo entre ambas comunidades que se han marcado el objetivo de "afianzar las relaciones" entre ambas comunidades autónomas.
El encuentro, según informó ayer el Ejecutivo vasco en un comunicado, supondrá "un punto de inflexión en las relaciones de ambas comunidades, que pretenden así reforzar las vías de acuerdo y negociación para mejorar los servicios que prestan a los riojanos y a los vascos". La reunión, que tendrá continuidad con la visita que Urkullu realizará en las próximas semanas a Sanz en La Rioja, servirá para abordar cuestiones de interés mutuo, como la sanidad, la cultura, la agricultura, las infraestructuras o el turismo.
La reconciliación institucional entre ambos gobiernos ha sido el fruto de meses de contactos entre representantes de ambos ejecutivos que se remontan al cambio de gobierno tras las elecciones vascas de octubre. Las conversaciones han girado sobre diferentes cuestiones que afectan a intereses comunes, pero el más importante ha sido el de la atención sanitaria no urgente a los ciudadanos vascos de poblaciones limítrofes con La Rioja.
El conflicto estalló durante el mandato de Patxi López, cuando La Rioja se negó a atender a vascos de municipios limítrofes que, por razones de proximidad, habían acudido en los últimos años al hospital San Pedro de Logroño. En septiembre de 2011 y sin comunicarlo a las autoridades sanitarias vascas ni a los pacientes, La Rioja decidió dejar de atender, salvo en casos de urgencia, a ciudadanos procedentes de municipios como Oion, Eltziego o Biasteri, y adoptó una decisión similar con varias localidades navarras. Sanz reclamaba una compensación económica por los servicios, mientras desde la CAV se ponían sobre la mesa los 14.000 pacientes de La Rioja, Cantabria, Burgos y Nafarroa que eran atendidos desinteresadamente por Osakidetza. Lakua y La Rioja alcanzaron un principio de acuerdo en marzo del pasado año, que permitió restablecer la atención sanitaria a cambio, por ejemplo, de que los servicios vascos siguieran acogiendo de buen grado a los riojanos en aquellas especialidades que pudiera ofertar la CAV. Anteriormente ya hubo otros desencuentros a raíz de las denuncias de La Rioja por las denominadas vacaciones fiscales de las empresas vascas o el recurso contra el blindaje del Concierto económico vasco.
turismo y sector vitivinícola El pacto sanitario tendría una vigencia de un año, pero sería prorrogado automáticamente si no hay incidencias. No obstante, las conversaciones no se han limitado a la disputa sanitaria, sino que Lakua y La Rioja alcanzarán un pacto en materia de turismo, infraestructuras y agricultura, especialmente en el sector vitivinícola.