vitoria. Cuando Bruselas relajó el objetivo de déficit exigido al Estado español para este año al entender que no podría cumplir la meta prevista en un principio, el gabinete de Mariano Rajoy se comprometió a actuar de la misma manera con sus comunidades autónomas. Teniendo en cuenta que la CAV dispone de un régimen diferenciado en virtud del Concierto económico, Madrid apostó por negociar bilateralmente con el Gobierno Vasco para pactar un objetivo de déficit. Sin embargo y para su sorpresa, Lakua vio a finales de julio cómo el Ejecutivo español le adjudicaba la meta del 1,2% unilateralmente, sin haber cerrado previamente un acuerdo, y en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, foro en el que Madrid sella sus acuerdos con las comunidades de régimen común. El Gobierno Vasco, que seguirá exprimiendo las posibilidades de acuerdo el próximo mes, no tardó en alzar la voz, y no solo porque sean 66 millones los que separan su apuesta por elevar la meta hasta el 1,3% del objetivo exigido por Madrid, sino por una cuestión de fondo: quiere que el Ejecutivo español respete la singularidad foral y no adopte decisiones unilaterales. En ese sentido, el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, avisó ayer de que el PNV no dará "por buena" la cifra hasta acordarla en la Comisión Mixta del Concierto.
El jeltzale se expresó en esa clave en declaraciones a Europa Press, donde recordó que el Consejo de Política Fiscal "no es el órgano" para determinar el margen de endeudamiento de la CAV, sino que para establecer el déficit "hace falta un acuerdo entre las autoridades españolas y las vascas competentes en la materia". "El Gobierno del Estado no es quién para fijar la cifra de déficit", zanjó. Ortuzar, además, admitió que le gustaría que las negociaciones al respecto avanzaran a mayor ritmo, y volvió a apelar al acuerdo. "Mientras esa reunión de la Comisión Mixta del Concierto no se produzca, el PNV no dará por buena la cifra de endeudamiento que nos ha asignado el Gobierno español, porque se ha extralimitado en sus funciones", lamentó.
Iñigo Urkullu también pidió respeto para el régimen foral nada más conocerse la decisión del Gobierno español, y confió en poder llegar a un acuerdo ya que, aunque Madrid no haya exhibido demasiada voluntad, la CAV sabe que cuenta con sustento legal para exigir una relación bilateral en ese ámbito. A pesar de que estén en juego 66 millones, no pondrán en peligro ni afectarán a los planes de reactivación que negocian el Gobierno y las diputaciones. Las negociaciones continuarán en las próximas semanas y, por el momento, avanzan sin mayores escollos en Bizkaia y Araba, mientras en Gipuzkoa han surgido más pegas.
cupo Lakua también deberá negociar con Madrid la renovación del Cupo y los 800 millones que adeudaría el Estado a la CAV por discrepancias en su aplicación. Ortuzar dijo ayer que espera un acuerdo no solo sobre el Cupo, sino más amplio y que abarque "una clarificación del marco competencial y la relación económica" entre el Estado y la CAV que dé un horizonte de "certidumbre" a ambos en el futuro.
Pastor ve al PP más cerca del pacto
PNV y PSE negocian un pacto fiscal pero, para que pueda materializarse en las Juntas de Gipuzkoa y Araba, deberán recabar el respaldo, al menos, de EH Bildu o del PP. El portavoz parlamentario de los socialistas, José Antonio Pastor, se pronunció ayer al respecto en una entrevista con Europa Press en la que apostó por la incorporación de los dos partidos e, incluso, consideró que sería posible si se dejaran al margen criterios partidistas. Sin embargo, opinó que la coalición abertzale quiere "distanciarse y quedar al margen" del pacto para marcar distancias, y que lo haría "más por estrategia política que por diferencias reales", aunque su coincidencia con los preceptos del acuerdo pudiera ser mayor que la del PP. No obstante, opinó que los 'populares' "tienen un vértigo enorme" a quedar fuera y que "van a hacer esfuerzos" para sumarse.