VITORIA. Aunque el pacto fiscal es aún un futurible, y por tanto se desconocen sus detalles, ya hay quienes prácticamente se han descartado de ese eventual acuerdo. Es el caso de EH Bildu, que por voz de su parlamentario y a la vez presidente de Sortu, Hasier Arraiz, consideró el domingo "prácticamente imposible" que su coalición se sume al pacto fiscal que están tratando de alcanzar PNV y PSE. Ayer estos dos partidos mostraron su sorpresa por esta declaración de intenciones, teniendo en cuenta que el acuerdo se podría formalizar en la primera quincena de septiembre y que aún se está en plena negociación, por lo que todo el mundo, empezando por EH Bildu, desconoce su contenido final.

Arraiz justificó su negativa en lo que considera una falta de ambición por parte de jeltzales y socialistas ya que, a su juicio, la actual situación exige "un política fiscal que sea realmente más redistributiva que la actual". El parlamentario de EH Bildu añadió que, a su entender, PNV y PSE van a quedar "bastante por debajo" de este objetivo que ahora busca la coalición abertzale. Lo cierto es que, por el momento, EH Bildu está funcionando allá donde gobierna, en Gipuzkoa, con una fiscalidad pactada con los socialistas, los mismos con los que está negociando ahora el PNV y que están proponiendo medidas parecidas a las adoptadas en su momento en Gipuzkoa.

Pero, con independencia de cálculos políticos o del debate de si un pacto que es posible en Gipuzkoa no se puede sostener en la CAV, lo cierto es que la decisión que adopte EH Bildu sobre el acuerdo de fiscalidad es relevante. PNV y PSE solo tienen mayoría en las Juntas Generales de Bizkaia para aplicar un eventual acuerdo para la reforma fiscal. Necesitan bien a EH Bildu bien al PP para sacar adelante las modificaciones en Araba y Gipuzkoa. Si el descarte de la coalición abertzale se confirma, los populares tendrían el camino expedito para adherirse al pacto y llegar a negociar sus condiciones, que ya conocen desde hace semanas PNV y PSE.

Quien se pronunció ayer con más claridad fue el portavoz del Gobierno Vasco, el jeltzale Josu Erkoreka, que criticó que la verdadera intención de EH Bildu al descartarse es su intención de "marcar diferencias desde el principio para justificar después más fácilmente por qué no se incorpora" al acuerdo de PNV y PSE que podría estar listo en septiembre. Asimismo el secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, mostró su sorpresa por el anuncio de Arraiz, ya que se ha pronunciado "sobre algo que no se ha producido todavía y sin conocer los detalles de la negociación. Lo lógico sería que hubieran esperado a conocer el acuerdo y su contenido", abundó.

estabilidad Uno y otro reconocieron que se han producido muchos avances pero que hay cuestiones importantes por cerrar. En declaraciones a Radio Euskadi, Ares remarcó en concreto que el acuerdo deberá producirse sobre un "todo", no solo sobre la reforma fiscal o la reactivación económica y el empleo, aspectos que están más adelantados, sino también sobre la reforma del entramado institucional y la defensa de los servicios públicos básicos. "Ambas partes tenemos voluntad de acuerdo porque, en momentos como este, es importante que se genere una situación de seguridad, confianza y estabilidad", agregó.

Por su parte, Erkoreka relacionó el pacto fiscal entre jeltzales y socialistas con un acuerdo sobre los Presupuestos de la CAV para 2014. "No sería del todo lógico que se aprobasen las bases del régimen fiscal y no fuéramos capaces de alcanzar un acuerdo en torno al capítulo de gasto", aseveró en declaraciones a Onda Vasca. También aludió a la necesidad de añadir al pacto a más formaciones y apuntó que el acuerdo "nace con una vocación de consenso al máximo nivel".