madrid. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, envió ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su propuesta para un gran acuerdo con nueve puntos de discusión, entre ellos fijar el gasto para sanidad y educación de los próximos años y reforzar el Pacto de Toledo. La propuesta incluye hablar de política de vivienda; control de precios; modelo fiscal; modelo de crecimiento y política industrial; reformas para garantizar la competitividad en el sector de la energía y de las profesiones reguladas; reforma de las administraciones públicas y de una Ley de Transparencia que suponga un cambio "importante" en el funcionamiento de las instituciones.
Tras enviar el documento a Rajoy, Rubalcaba se lo mandará también a los grupos parlamentarios, sindicatos, empresarios y gobiernos autonómicos, ya que todos estarían implicados en el acuerdo. Si el Gobierno "contesta que no", el líder socialista empezará con los sindicatos la ronda de reuniones con el resto de agentes e instituciones afectadas, explicó Rubalcaba.
argumentos La propuesta de pacto forma parte de un documento más amplio con las medidas del PSOE para reactivar la economía y combatir el desempleo, que ayer estudió la Ejecutiva en su integridad. Según Rubalcaba, una EPA "desastrosa" con seis millones de parados y una Europa que está "girando desde el ajuste, ajuste, ajuste hasta el ajuste más crecimiento y empleo" es lo que le permite plantear en este momento sus propuestas, la mayoría hechas públicas a lo largo de la semana pasada. Todas ellas van destinadas a "cambiar las tres líneas de actuación del Gobierno: recortes a tutiplén, reformas unilaterales y bajadas de salarios a los trabajadores", y además a poner encima de la mesa políticas de estímulo al crecimiento.
Rubalcaba insistió en que "España necesita un gran acuerdo" y, aunque admitió que no ve al Gobierno "dispuesto ni siquiera a intentarlo", abogó por no desistir.
También afirmó que llevar a cabo un acuerdo "no es el remedio inmediato de la crisis", pero se mostró convencido de que daría "confianza a los españoles, a los europeos y a las economías mundiales". "Deberíamos ser capaces de discutir no sólo cuándo, sino cómo salimos de la crisis y qué España queremos tener cuando salgamos.