BILBAO. Aquella promesa de Patxi López al nuevo Gobierno Vasco de "arrimar el hombro" en la actual coyuntura parece haberse quedado en eso, en una declaración de intenciones, a la postre frustrada. El secretario general del PSE-EE anunció ayer que su partido presentará una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos del Ejecutivo de Iñigo Urkullu para el presente año, centrada en el capítulo de ingresos, tras calificar las Cuentas como "las peores que se podían hacer", ya que, a su juicio, "cada página es una nueva herida". Según el Reglamento del Parlamento Vasco, son enmiendas a la totalidad todas aquellas que "propongan una variación positiva o negativa de las cantidades del gasto o del ingreso total" de los Presupuestos. El PSE-EE se erige así en el primer partido que adelanta la presentación de dicha enmienda al proyecto de Cuentas que hace una semana expusieron Urkullu y el consejero de Hacienda y Finanzas Ricardo Gatzagaetxebarria, y que asciende a 9.316,7 millones de euros, un 10,8% menos que el de 2012.
El discurso del ex lehendakari se centró en lo "mal hecho" que, a su entender, se ha configurado el capítulo de ingresos porque este apartado debería haber contemplado cuestiones como los planes de choque de las diputaciones contra el fraude fiscal o la negociación del Cupo, lo que, según López, aumentaría la previsión de dinero entrante y, por tanto, conduciría a recalcular el reparto del mismo. Según recordó, en la última reunión del Consejo Vasco de Finanzas celebrada en octubre, el exconsejero Carlos Aguirre presentó un cálculo de ingresos que suponía 800 millones más para las arcas del Ejecutivo vasco. "Una propuesta que el PNV rechazó", lamentó el líder de los socialistas vascos, quien incidió en que los Presupuestos jeltzales niegan el impulso que necesita la economía porque "son hambre para hoy y mucha más hambre para mañana", refiriéndose además a aspectos como la reducción en materia de empleo, innovación o apoyo al comercio. En definitiva, se jactó de no querer servir de muleta para no convertirse en "gestor de la miseria colectiva". "No tiene por qué haber 1.200 millones menos puesto que puede haber más ingresos", zanjó.
"mordiscos" en materias vitales López trató de desmontar la explicación ofrecida el pasado día 12 por el lehendakari Urkullu, quien aseguró que "no hay una alternativa" más social amparándose en el realismo de los números. Es más, Lakua consiguió bajar el ajuste en cien millones y destinar al gasto social el mayor porcentaje de la historia, un 73,9%. Pero al secretario general del PSE-EE, que sin embargo dice estar dispuesto a llegar "a acuerdos de país", le resulta insuficiente porque el proyecto contiene "mordiscos en Sanidad, Educación y modernización, y restas en los capítulos esenciales". Se dedicó López, más que a concretar en cómo habría que distribuir el dinero, en comparar sus cien primeros días al frente de Lehendakaritza con los de Urkulllu, a quien acusó de "no tener nada que ofrecer a la ciudadanía vasca", mientras que su Gobierno -evocó- se puso "a trabajar desde el primer día y a tomar medidas urgentes para hacer frente a la crisis".
Aludió, por ejemplo, al impulso del TAV, el trilingüísmo, la estrategia sanitaria de Crónicos y, una vez más, a su notoriedad en la lucha contra el terrorismo. No tuvo reparos López en congratularse de haber entregado al Ejecutivo jeltzale "unos servicios públicos intactos, la contabilidad transparente y una deuda menor de los límites legales establecidos", desdeñando la labor que está desempeñando el actual Gobierno, que, según él, acabará el curso con "grandes recortes en los servicios públicos, con una deuda mayor y una economía vasca dejada a su suerte".
tarde y sin apoyos Aprovechó López para echar en cara a Urkullu que "ha tardado cinco meses" en presentar los Presupuestos, "y lo ha hecho sin apoyos suficientes, con el riesgo de que 2013 sea un año perdido para Euskadi en el que el Gobierno se resigne a mirar por la ventana cómo se deteriora la situación en los servicios públicos y la economía". Se dirigió además al líder jeltzale para, lejos de tender puentes, advertirle de que "no vale decir compungido que todos le tenemos que ayudar. No comparto eso que viene diciendo de que no hay alternativa. Sí la hay. Se pueden hacer otras cosas", apuntó sin más profundidad. En esta línea, recordó que el PSE-EE se opuso "contra viento y marea" a los recortes de Rajoy y que el Gabinete de Urkullu "ya ha emitido deuda por una cantidad superior a 500 millones de euros". López se refugió en que "los datos son desoladores porque el programa de empleo se reduce en un 60%; en turismo un 56% y en comercio interior un 50%", y si se tiene en cuenta que se incluye en esta partida el BEC, "la reducción de ayudas al comercio se reduce en más del 70%". Desgranando las diferentes partidas, mostró su contrariedad de que en Sanidad "solo crece lo referente a concertación con los centros privados", lo que se traduce, a su juicio, en "menos sanidad pública y más privada".
López recalcó la "inactividad" del Ejecutivo de Urkullu y señaló "el primer incumplimiento electoral del PNV" en el hecho de no haber constituido "un Gobierno Vasco fuerte para una situación de emergencia". "Anunciaron auditorías demoledoras y la bancarrota resultó ser una falacia, se ha cerrado el ejercicio pasado con un déficit menor del comprometido", añadió. En este contexto, y aunque dijo que no trataba de hacer "demagogia", recordó los 17.000 empleos perdidos entre los meses de diciembre y enero.
la posición de upyd Igualmente, se pronunció ayer el representante de UPyD en el Parlamento, Gorka Maneiro, quien acusó a las distintas diputaciones vascas de "no hacer los esfuerzos suficientes para poder enfrentarse a la lacra del fraude fiscal" y al Gobierno Vasco de "no poner en marcha un plan conjunto contra el fraude con medidas concretas". UPyD anunció que en el pleno de la Cámara vasca de este jueves defenderá la elaboración de un plan conjunto de lucha contra el fraude fiscal, con el objetivo de que se trabaje "coordinadamente" contra "una de las grandes lacras sociales: el fraude y la elusión fiscal". Maneiro sostiene que se podría estar hablando de "entre 2.000 y 2.500 millones de euros los que las haciendas forales dejan de ingresar anualmente", lo cual "no deja de ser un verdadero drama en este tiempo político y económico caracterizado por recortes sociales y restricciones presupuestarias".