Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina adquirieron el inmueble en octubre de 2004 y a partir de esa fecha, el yerno del Rey incurrió en un carrusel de gastos relacionados con las reformas y el mantenimiento de viviendas. El documento registra el primer pago ese mismo año a una notaría. Ya en el año 2005, el desembolso es de más de 1,2 millones de euros.
Son pagos a empresas de rehabilitación de inmuebles, cerramientos, carpintería, mobiliario de baño, donde hace un desembolso superior a los 22.000 euros, o cristalería.Un año después, Urdangarin paga más de 1,5 millones de euros. Aparecen nuevas empresas como las de pintura, cocinas, decoración y mantenimiento de jardines o construcción de tenis y piscinas, en donde gasta más de 51.000 euros. Entre 2007 y 2010 se realizan el resto de gastos hasta completar los casi tres millones de euros que suma el informe de la Agencia Tributaria.