Irekia nació poco después de la llegada del Gabinete López a Ajuria Enea como un ambicioso proyecto destinado a exprimir las potencialidades que hoy en día ofrece Internet para acortar la brecha entre gobernantes y gobernados. Para ayudar a abrir la acción ejecutiva a la ciudadanía descorriendo el velo que siempre ha hecho que muchos de sus pasos escapen al escrutinio público. Sin embargo, ahora que se ultima el traspaso de poderes en Euskadi, se alza una sombra que amenaza el futuro de un proyecto que hay quien ve demasiado alejado de la participación ciudadana, demasiado costoso, o simplemente más centrado en promocionar las bondades de la acción de gobierno socialista, que en servir a la sociedad. Entre ellos, un PNV que tendrá en sus manos su sentencia final, y que ahora concluye rotundo: "La actual Irekia no hace falta. O se reforma de arriba abajo, o se cerrará".

Detractores y defensores de este esfuerzo por avanzar en sempiterno desiderátum que es el Gobierno Abierto -basado en transparencia, participación y colaboración-, debaten ya sobre el futuro de esta herramienta. Hay quienes ven en la actual Irekia cuanto menos un primer paso en el noble esfuerzo de hacer posible que los debates que están en la calle lleguen a los gobernantes y viceversa, y quienes por contra ven en su bagaje -172 preguntas y 268 propuestas ciudadanas- un fracaso. Además, claro, de una ocasión perfecta para evidenciar el fin de la era López y pronunciar el perfil ahorrador en tiempos de crisis suprimiendo los instrumentos más prescindibles. Pero, ¿lo es Irekia? ¿Cuáles han sido sus principales luces y sombras? Y ¿qué futuro les espera a la participación ciudadana y al Gobierno Abierto sin ella?

los partidos

Crítica a un 'altavoz político'

Los partidos que estarán en esta legislatura que ahora arranca en el Parlamento Vasco coinciden en pedir una reforma del modelo actual.

El PNV, que será el encargado de decidir el futuro de Irekia, tiene claro que su valoración no puede ser sino crítica. Para uno de los principales responsables jeltzales en este ámbito, Irekia se ha limitado a ser "una plataforma de propaganda del Gobierno"; "todo lo contrario" del instrumento para ahondar en la transparencia y la participación ciudadana que nació para ser. Por eso, afirma: "El Irekia que hemos conocido no hace ninguna falta. Puede valer como archivo de noticias, pero poco más". Y eso, prosigue, es un lujo que el país no se puede permitir en una coyuntura en la que es preciso tener "un Gobierno austero", por lo que concluye dictando lo que parece la sentencia de esta web: "se reformará de arriba abajo o se cerrará".

También EH Bildu es crítica con el recorrido de Irekia. "Es una herramienta con grandísimas posibilidades que comenzó con una finalidad loable", pero que pronto "pasó a ser la agencia de comunicación" del Ejecutivo; un instrumento "personalista al servicio del propio lehendakari", lamentan.

UPyD aplaude una iniciativa que nació para "trabajar la transparencia", pero también pide repensar esta Irekia para encontrar fórmulas que huyan "de censuras" y de ser una "correa de transmisión" del Gobierno para ayudar realmente a abrirlo.

Y por último, siendo los socialistas los padres de la iniciativa, el PP comparte que Irekia ha podido "caer en la tentación" de servir de altavoz a las bondades del Gobierno -"como todos los partidos", subraya-, pero se queda con lo mucho positivo que ve. "Ha habido defectos, pero creemos que no estamos para tirar todo y volverlo a hacer porque sí. Se puede modificar en busca de algo más neutral, pero hay muchas cosas buenas que se pueden usar", subrayan.

Este debate se reproduce también en el ciberespacio. Un grupo de periodistas gráficos trasiega un manifiesto (Itxi Irekia) en el que denuncia que Irekia "manipula" el flujo de información suplantando al periodista. Si López quería ahondar en la transparencia debería haber concedido todas las entrevistas. "Por incómodas que sean", dicen, recordando así el veto sufrido entre otros por el GRUPO NOTICIAS. ¿Gobierno Abierto? "Es fácil importar un palabro para vaciarlo de contenido", lamentan, antes de pedir al próximo Ejecutivo que la "paralice".

Del otro lado, un grupo de profesores de la UPV subrayaba que Irekia ha supuesto avances "importantes" hacia el ideal de Gobierno Abierto y recomendaba que quede "al margen de las luchas partidistas", si bien la presencia del socialista Imanol Zubero en este equipo da bazas a los críticos para cuestionar su objetividad.

los impulsores

Una eficaz "semilla de futuro"

Por su parte, la dirección de Irekia hace un balance "más que positivo" de lo que ha significado la puesta en marcha de esta web, que confía en que sus sucesores no decidan cerrar. "Sería dar un importante paso atrás por una cuestión únicamente política. El Gobierno Abierto no debe entender de colores políticos", subrayan sus actuales responsables, que aseguran que dejan "un diamante que se puede pulir, pero no se debe tirar". "Hacerlo sería incomprensible, ilógico, ya que se trata de un referente en el ámbito internacional", añaden.

Para que no se desperdicie el esfuerzo invertido, se muestran dispuestos a colaborar con sus sucesores. Y responden a las críticas. Rechazan que se valore el éxito de Irekia solo por el número de ciudadanos que han utilizado las herramientas que ofrece, asegurando que "lo importante es que se pueda producir y se produzca la conversación" entre gobernantes y gobernados. También que haya sido un instrumento propagandístico. "Hemos explicado las decisiones del Gobierno en primera persona, desde el punto de vista del Ejecutivo, obviamente, pero eso es transparencia", subrayan.

Y, si bien admiten sombras, como las que resultan de la dificultad que ha supuesto hacer que el espíritu del Gobierno Abierto calara en un cuerpo tan rígido como es la administración, se centran en las luces; en la "semilla de futuro" que confían convenza a la clase política "de que el Gobierno Abierto no tiene marcha atrás", al tiempo que subrayan que los costes -unos tres millones de euros- ya están amortizados, por lo que ahora podría seguir funcionando "a coste cero".

Argumentos de un debate que marcará el futuro de este camino desvelando las herramientas que eligen las instituciones vascas para acercar su gestión a los ciudadanos.

l Una apuesta ambiciosa. Lograr ofrecer a la ciudadanía un Gobierno cada vez más abierto basado en los criterios de transparencia, participación y colaboración para acortar la brecha que separa a gobernantes y gobernados. Ése fue el objetivo que dio lugar a la creación de Irekia hace algo más de tres años.

l Costes. Se estima en unos tres millones de euros el capital invertido en su puesta en marcha; una partida criticada en una coyuntura como la actual, en la que la "austeridad" se convierte en dogma, pero que sus responsables aseguran que no tiene por qué tener continuidad, ya que ahora, subrayan, Irekia ya podría funcionar "a coste cero".

l Las críticas. Los partidos lamentan que se haya acabado convirtiendo en una herramienta destinada solo a propagar las bondades de la tarea ejecutiva de Patxi López. "Hemos comunicado la acción del Gobierno, para que se sepa lo que hace, desde el punto de vista del Ejecutivo. Pero eso no es propaganda, es transparencia", responden sus gestores. Más allá de lo político, profesionales del periodismo -principalmente gráfico- han criticado su actuación. Porque genera fotografías e informaciones elaboradas -lo que consideran un ejercicio de intrusismo y "manipulación"- y porque no es un Gobierno abierto el que rechaza conceder entrevistas a determinados medios.

l La participación. Parte de las críticas beben de la poca participación que han tenido los ciudadanos en Irekia. Hay quienes creen que se debe a la falta de una campaña de difusión de las potencialidades que ofrece Irekia, de una pedagogía más intensa de lo que es un gran cambio potencial en la relación entre las administraciones y sus ciudadanos, y quienes ven en ella la prueba de su fracaso. Estos demostrarían así para sus impulsores que "no saben lo que es Gobierno Abierto" porque, según explican, la participación no es en sí el objetivo de esta filosofía, sino una de las patas que deben ser fomentadas y que impulsarían el avance hacia esta meta. El volumen de usuarios "no puede ser una obsesión"; el objetivo es posibilitar la conversación, subrayan.

l Los frutos: Sus responsables admiten aciertos y errores y se muestran dispuestos a compartirlos con el nuevo Ejecutivo para que así diseñe su actuación. Destacan frutos como el Open Data, que permite el acceso de los ciudadanos a determinados datos de la CAV que podrían darles ideas de negocio, si bien su éxito no está cuantificado porque, según los impulsores de Irekia, "los ciudadanos no tienen que dar cuenta de cómo los usan". Pero, sobre todo, lo hecho supone una irrenunciable "semilla de futuro" hacia el Gobierno Abierto, apuntan en su balance.