vitoria. Socialistas y jeltzales amenazan con mantener el combate cuerpo a cuerpo que ha marcado su relación en esta legislatura hasta la misma noche electoral; esta vez, enfrentados por la polémica que esta semana motivó la salida de Rodolfo Ares del departamento de Interior.
El hombre fuerte del equipo de gobierno de Patxi López dejó su Ejecutivo por las suspicacias que podría levantar su doble condición de máximo responsable del proceso electoral vasco y de la campaña del propio PSE. Entre quienes alzaron su voz destacó el parlamentario jeltzale Iñigo Iturrate, que no dudó en mostrar su "preocupación" por la "parcialidad" que podía empañar la limpieza de la campaña. Y la respuesta socialista no se hizo esperar.
"lances de la precampaña" "El Gobierno Vasco no puede tolerar unas imputaciones tan ofensivas y gratuitas como las vertidas por el señor Iturrate", y "no va a aceptar que acusaciones insidiosas de esta naturaleza, que afectan al núcleo del juego democrático, queden en el ambiente como simples lances de la precampaña electoral" dijo ayer el Ejecutivo en una nota en la que, además, advertía al PNV de que, si no se retracta de las dudas sembradas, estudiará "actuar en consecuencia".
El tono estaba marcado y el Gabinete socialista apuntó al presidente jeltzale, Iñigo Urkullu, en busca de una respuesta alegando que la "pugna ideológica" debe quedar a salvo de "descalificaciones gratuitas".
"No todo vale", remató en este sentido el portavoz socialista José Antonio Pastor en una cita en la que resumió el contenido de la reunión que la víspera celebró la Ejecutiva del PSE y que sirvió para proponer que López sea de nuevo su candidato.
el "doble juego" del Pnv Es "el candidato más idóneo", dijo metido ya de lleno en campaña, pero enseguida volvió a dirigir su mirada hacia el PNV en busca de un nuevo choque. Esta vez, por el flanco social. Y es que gran parte de la estrategia que guiará la campaña del PSE parece pasar por dibujar al PNV a un tiempo como un sucedáneo vasco del PP, y al siguiente como el compañero de viaje de la coalición soberanista. "Urkullu pretende ir desmantelando el sistema de bienestar, y al mismo tiempo trata de ocultar sus enjuagues y coincidencias con el PP poniendo la ikurriña por delante y cortejando a Bildu para pillar cacho del mercado independentista", dijo ayer Pastor, uniendo así ambas ideas en una sola frase para denunciar lo que tildó de "doble juego" jeltzale.