vitoria. La campaña para reivindicar la puesta en libertad de los presos enfermos ha reactivado a su vez la campaña del Departamento de Interior que dirige Rodolfo Ares para combatir la presencia en espacios públicos de fotos de los reclusos del MLNV.

El último ejemplo se vivió el pasado martes frente al hospital de Donostia, donde Herrira se manifestaba para exigir la libertad de estos reclusos con fotos suyas hasta que, dos horas después de que arrancara el acto, la Ertzaintza se personó allí para retirar los carteles con fotos de presos, entre las que se encontraba la de Josu Uribetxebarria, al que se le han diagnosticado dos nódulos -uno en el pulmón y otro en el cerebro- y metástasis en la cabeza.

En cualquier caso, la actividad relacionada con la estrategia de tolerancia cero promovida por el Gabinete López poco después de llegar a Ajuria Enea gracias al apoyo del PP vasco -que le exigía elevar el listón de la deslegitimación del terrorismo en todos los ámbitos- ha ido decayendo progresivamente, de la mano también del cese de la actividad armada de ETA.

En su punto álgido, Interior llegó a aprobar una partida de 750.000 euros para subvencionar la retirada de carteles y hubo épocas en las que se llegaron a realizar 3.520 intervenciones de este tipo en tan solo seis meses.

una mera "crítica" política A la relajación de esta estrategia también contribuyeron sendas sentencias emitidas por la propia Audiencia Nacional ante las denuncias que sufrieron camareros de un bar de Pamplona y de una txosna de la Aste Nagusia bilbaína en cuyas paredes se mostraban fotos de presos.

El tribunal entendió entonces que "una sociedad democrática, organizada sobre los valores de la libertad y el pluralismo político, no puede sofocar, impedir o censurar todo tipo de mensajes de crítica o disenso frente a las políticas penales y penitenciarias desarrolladas para acometer los crímenes más graves", e insistió en que el mero hecho de exhibir fotos de presos no puede considerarse un delito.