Vitoria. Las cifras económicas no dan tregua al lehendakari López. Y el paro vuelve a ser su principal problema. La CAV cuenta ya con 10.900 parados más que en los tres primeros meses del año, y sólo Melilla, La Rioja y Ceuta han registrado un incremento porcentual más elevado. Mientras tanto, la oposición sigue criticando que la deuda pública se haya multiplicado por ocho desde que el PSE tomara las riendas del Gobierno, y alerta ante los eventuales problemas de financiación de las empresas. El PNV cree que López no es capaz de reconducir la situación, y que trataría de extender una cortina de humo sobre su "incapacidad" recurriendo a "la provocación, la polémica y la propaganda".
Así lo deja ver el presidente del EBB y candidato de los jeltzales a Lehendakaritza, Iñigo Urkullu, en un artículo publicado ayer en su blog, en el que pide al socialista que "cese de inmediato las campañas de propaganda" y se dedique a activar un plan de contingencia para la CAV. "La incapacidad para dar respuesta a los requerimientos de la grave situación económica es tan evidente, la ausencia de iniciativa es tan flagrante, que se refugia en la provocación y la polémica. El único terreno en el que se sienten cómodos y pretenden resistir a salvo. Pretenden ocultar su incapacidad tras el velo de una desaforada campaña de publicidad y propaganda. Lo pretenden pero no lo consiguen, porque ni la polémica ni la provocación, ni el autobombo ni la propaganda, resuelven los problemas", subrayó.
Como ejemplo de esta estrategia, hablando de las polémicas que, a juicio del PNV, buscarían distraer la atención de la crisis enredando a los partidos en otros debates, se recuerda que mientras la oposición cargaba contra su proceder ante la crisis y le animaba a convocar un adelanto electoral, López optó a finales de julio por vender ante la opinión pública un crédito de 460 millones concedido por el Banco Europeo de Inversiones, cuando se trataba de la misma partida que ya figuraba en su plan de financiación a las empresas.
Sus rivales entienden que está perdiendo un tiempo precioso, y exigen ya elecciones si sólo tiene en mente la precampaña y el "autobombo".
Desde que Urkullu fuera designado como candidato a lehendakari, López ha convertido al burukide en el centro de sus dardos en una maniobra que podría ayudarle a distraer la atención sobre su gestión. Así, ha comparado al jeltzale con Rajoy y Merkel, y ha extendido la sombra de la sospecha sobre las medidas que desplegaría el PNV en caso de lograr el Gobierno.
Cooperación Urkullu recuerda en su artículo que la posibilidad de que el Estado deba someterse a un segundo rescate "es cada vez más asumida" y que, en ese incierto contexto, la CAV carece de un plan de contingencia: "La afección a nuestro tejido económico y productivo crece día a día, pero el Gobierno Vasco no afronta con la determinación necesaria esta situación, que amenaza a nuestra economía y sistema de bienestar. En lugar de afrontar la crisis con hechos, de manera proactiva, con el diálogo interinstitucional y social, está enredado en la polémica permanente, con todo y con todos".
La preocupación del PNV se torna más honda al comprobar cómo "la única respuesta del Gobierno es utilizar el insulto y la descalificación". Tras recordar las "inaceptables" declaraciones del consejero Rodolfo Ares sobre los réditos electorales que habría obtenido el partido jeltzale tras la marcha de los amenazados por ETA, considera que el responsable de Interior sólo buscaría ocultar su "nefasta" gestión.
Para Urkullu, López debe tomar medidas, buscar alianzas y activar un plan de contingencia que comience por clarificar las cuentas de Lakua, que establezca las directrices presupuestarias con la mirada puesta en próximos ejercicios, y que garantice la viabilidad de los servicios públicos en el futuro. "Tenemos un Gobierno que vive al día. Y el Gobierno Vasco tiene que saber que la educación, la sanidad y los servicios sociales no viven al día", avisa. Además, pide activar mecanismos eficaces para financiar a las empresas, y fortalecer el autogobierno.
Los "problemas reales" Las críticas contra la gestión de López han pasado a convertirse en un clásico de la legislatura, a pesar de que el PSE centrara su campaña en cargar contra las "obsesiones identitarias" del PNV y en prometer un Ejecutivo centrado en los "problemas reales" y en la promoción de unos servicios públicos de calidad. Las críticas comenzaron a aflorar poco después de que accediera a Ajuria Enea. La oposición censuró entonces que se decantara por la política identitaria en detrimento de la gestión o del cumplimiento de su calendario legislativo, que comenzaba a mostrar los primeros síntomas de parálisis.
A juicio de buena parte de los partidos, la asistencia al desfile militar español, o la insinuación de que la Ertzaintza trabajaría con más ahínco que bajo el mandato de otros gobiernos, únicamente buscaban maquillar la "inacción" de López contra la crisis. Cuando las encuestas comenzaron a trasladar el descontento ciudadano, el socialismo volvió a recurrir a la misma receta: en lugar de cambiar sus políticas, atribuyó los resultados a un problema de comunicación e incrementó las apariciones públicas de López.