Vitoria. El preso de ETA Josu Uribetxeberria, que tiene cáncer y sufre metástasis, anunció ayer a través de una carta que ya ha dado inicio a la huelga de hambre que, advierte, mantendrá hasta que el Gobierno se decida a ponerle en libertad aunque, añade, en la situación en la que se encuentra, es consciente de que no durará "muchos días" con vida.

En una entrevista concedida al diario Gara, Uribetxeberria había señalado que, "de acuerdo con las leyes", tiene que ser puesto en libertad condicional, aunque sólo le queden "cuatro días". Si el Ejecutivo no accede a su puesta el libertad, no le quedaría "otra salida que la huelga de hambre". "Si el odio llega a ese extremo" de mantenerle recluido, su opción "será la de morir con dignidad", dijo. Y así, activó su huelga de hambre tras ver, según explicó, cómo la Policía endurecía arbitrariamente las condiciones a las que él y sus familiares están sometidos al calor de la publicidad que está teniendo su caso. "No pido nada especial teniendo en cuenta mi situación". "Mantener a 14 personas en esta situación es una crueldad". "Este corredor de la muerte es inadmisible", denunció, antes de despedirse llamando al "respeto" y la "tolerancia" hasta hacer "imparable" la solución del conflicto, situándose así en línea con lo que había dicho en la entrevista, en la que invitó a las víctimas a "entenderse" y dialogar para "convivir juntos".

Duras críticas Por su parte, el delegado del Gobierno español, Carlos Urquijo, pidió la prohibición de la marcha del sábado en Donostia a favor de su libertad y criticó que "un miserable" como él "pida ahora compasión".