el cairo. Tras varios meses de enfrentamientos duramente recrudecidos en las últimas semanas entre los rebeldes sirios y el régimen de Bachar al Asad, la guerra en Siria se trasladó ayer a la mítica ciudad de Alepo, la segunda del país, donde los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) se enfrentaron a las fuerzas gubernamentales consiguiendo el control de varias zonas cercanas a la frontera con Turquía.
Un portavoz del ELS dentro de Siria, Sami Kurdi, aseguró que sus hombres se batieron con los efectivos del régimen en el barrio de Salahedín, y que consiguieron el control de la localidad de Dir Hafer, en los alrededores de la ciudad. Kurdi apuntó que los insurgentes lograron dominar el 80% de los municipios de Manbech y Azaz, próximos a Turquía, aunque el "número dos" del ELS, Malek Kurdi, aseguró desde el territorio turco que controlan la totalidad de esas localidades y de la vecina Yerablus desde hace tres días.
Ambos coincidieron en que las poblaciones fueron "liberadas" tras choques con las fuerzas del régimen, aunque el portavoz del ELS dentro de Siria destacó que les queda un 20% por dominar de Manbech y Azaz, terreno en los que se han refugiado los leales a Bachar al Asad.
Ante tal situación, miles de familias huyen despavoridas de Alepo dejando atrás las bombas y la incertidumbre creada por una reacción histérica del régimen, cuyo Ejército bombardea sin tregua y a la desesperada por todo el país.
Respecto a la situación en Damasco, los rebeldes efectuaron una retirada táctica del céntrico barrio de Al Midan para evitar "una masacre de civiles" porque el régimen lo bombardeaba de forma indiscriminada.
control Además de Alepo, los rebeldes tomaron también ayer el control del único paso fronterizo entre Siria y la provincia iraquí de Nínive (norte). Los combatientes de la oposición se apoderaron del paso fronterizo de Al Yarbia, nombre que recibe en el lado sirio (en la parte iraquí se denomina Rabía), tras enfrentamientos con las fuerzas del régimen sirio.
Tras tomar el paso, los insurgentes izaron la bandera de la revolución siria (la de la época de la independencia de color verde, blanco y negro con tres estrellas rojas) y destruyeron las fotografías y una estatua de Bachar al Asad. Este cruce fronterizo es el segundo del que se apoderan los rebeldes del ELS tras tomar el jueves pasado el de Al Bukamal, limítrofe con la provincia iraquí de Al Anbar, en el oeste del país.
Según informaron grupos de la oposición, decenas de personas murieron ayer en Siria a causa de los bombardeos y disparos de las tropas del régimen de Asad en distintas provincias del país.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos apuntó que al menos 64 personas perdieron la vida durante la jornada, mientras que los Comités de Coordinación General señalaron que fueron 65 y la Comisión General de la Revolución Siria elevó la cifra a 84. El mayor número de víctimas se registró en Damasco, Idleb y Homs.