Bilbao. Tras culminar el proceso de renovación de sus altos cargos internos, el PNV ha podido centrarse en la elaboración de la hoja de ruta que espera le conduzca a Ajuria Enea después de las elecciones autonómicas, previstas para mayo de 2013 si no media un adelanto. El partido sumó ayer a su estrategia el Plan de Actuación 2012-2015, que recoge las claves de documentos base como Ados, sienta las bases sobre las que erigir el programa electoral de la formación y dedica un espacio significativo a profundizar en la transparencia y apertura del PNV a la sociedad.

En concreto, la formación se ha fijado tres objetivos estratégicos, que pasan por la consecución de la paz y la concordia, el reconocimiento de Euskadi como sujeto político y su construcción social recuperando un Gobierno Vasco "comprometido con su país". En el esquema del plan, al que ha podido tener acceso este diario, se apuesta por abordar un diálogo entre todos los partidos ante el nuevo tiempo abierto tras el cese de ETA. Según fuentes jeltzales, se trataría de alcanzar un consenso básico que fijara los pasos que se pueden dar desde la política y las instituciones para consolidar la paz. Las actuaciones habrían de producirse en materia penitenciaria -reinserciones-, y también en cuanto a las víctimas o el desarme.

El encargado de presentar las líneas de actuación fue su presidente Iñigo Urkullu, quien compareció ayer en la Asamblea Nacional jeltzale. El propio burukide alertó ante el "riesgo de estancamiento" del proceso de paz, y apostó por el "firme rechazo" a ETA, la denuncia de la vulneración de los Derechos Humanos, la deslegitimación de los discursos que justifiquen la violencia, y el apoyo y reconocimiento social a las víctimas.

El plan apunta a la propuesta de mejorar los procesos internos de comunicación horizontal y vertical, así como a la formación permanente para garantizar la capacidad de gestión, y a la necesaria coordinación entre los cargos internos del partido y los que gestionan instituciones públicas o trabajan en los distintos parlamentos. En cuanto a los procesos internos de elección, el PNV estudia simplificarlos, aunque siempre con sus estatutos en la mano y sin que suponga merma en los derechos de las bases.