Bilbao. La emboscada que sufrieron dos ertzainas en los juzgados en la huelga general del pasado 29 de marzo, el rebrote de la kale borroka, los cada vez más habituales incidentes de corte político que se producen en el entorno de los partidos del Athletic, la agresión a hinchas del Lokomotiv y el gran movimiento de personas que se preveía por el partido entre el Athletic y el Schalke aconsejaron al Departamento de Interior a autorizar la colocación de quince cámaras de vídeo para grabar los posibles incidentes que pudieran producirse por el encuentro entre bilbaínos y alemanes. Fuentes policiales creen que esas imágenes ayudarán a esclarecer los incidentes que terminaron con la muerte del joven Iñigo Cabacas por un pelotazo de goma.
La Ertzaintza tenía desplegados dos operativos ese jueves, día del partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League. Uno de ellos velaba por la seguridad dentro de San Mamés y en sus aledaños. Al frente del mismo figuraban un responsable de la Brigada Móvil dentro del campo (R.M.), el jefe de la comisaría de Bilbao (J.A.) y dos jefes de centro de la sede de la capital, entre ellos el coordinador de la Policía vasca con el Athletic (I.P.).
El otro dispositivo se encargaba de la seguridad del exterior, tanto antes, durante como después del partido. El responsable del mismo era R. O., mando de la ertzainetxea de Bilbao. Bajo sus órdenes se encontraban tanto los recursos de la propia capital como los de la Brigada de Refuerzo, el grupo itinerante creado por Rodolfo Ares para paliar la falta de efectivos en las distintas comisarías de la Comunidad Autónoma Vasca.
Según ha podido saber este periódico, la actuación del caso que terminó con el fallecimiento del joven se abrió en la comisaría de María Díaz de Haro a las 23.41 horas del jueves. El motivo es que alguien requirió la presencia policial por una pelea en el exterior de un bar. (Precisamente, la Ertzaintza detuvo ayer en Abadiño y Bilbao a dos jóvenes de 22 y 26 años por esta disputa, al parecer dos hinchas de una conocida peña del Athletic). A las 00.38 horas se cerró dicha actuación. Tras conocerse que la intervención había deparado un herido grave la actuación volvió a abrirse a las 03.39 horas del viernes. Y es cuando se empezaron a documentar los hechos. En esa actuación figuran los números identificativos de los agentes que intervinieron en los mismos.
Horas más tarde, a las tres de la tarde, la comisaría de Bilbao mandó una patrulla al hospital de Basurto, donde el joven herido por el material antidisturbios permanecía en estado crítico. Los ertzainas llevaban la orden de recabar datos médicos sobre el estado de Cabacas, pero los facultativos se negaron a facilitar cualquier información si no mediaba un mandato judicial de por medio.
declaraciones Fuentes consultadas indican que durante las últimas horas han sido casi 60 los ertzainas llamados a declarar ante los responsables de la investigación. Algunos agentes acudieron ayer acompañados por sus representantes sindicales. La Ertzaintza en general y los implicados en particular se enfrentan a uno de los momentos más delicados en los treinta años de historia del cuerpo. Los ánimos están por los suelos y muchos consideran injusto que un hecho aislado como este ponga en cuestión todo el trabajo realizado hasta ahora. Según las mismas fuentes, la intención del Departamento es presentar en breve el atestado completo ante un juzgado para que la justicia emprenda las acciones que considere oportunas según el ordenamiento vigente. El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Calparsoro, avanzó ayer que el caso podría interpretarse como un homicidio imprudente.
En el seno del cuerpo también ha sentado mal la sensación de que se intente pasar de un lado a otro la responsabilidad de la muerte del joven. Y ha escocido que las primeras pesquisas apuntaran a la Brigada de Refuerzo como la responsable de la actuación. A falta de confirmación oficial, parece que la furgoneta que más directamente estuvo implicada en los incidentes pertenecía a la comisaría de Bilbao y no a la Brigada de Refuerzo. Fuentes de Interior aseguran que en las comunicaciones internas -que también pudieron oírse desde el operativo de San Mamés- se escuchó la palabra “refuerzo”. Algunos interpretaron ese término como una alusión a los que estaban interviniendo y otros, en cambio, aseguran que se trataba de solicitar la ayuda de otros compañeros ante el cariz que tomaban los incidentes.
extrañeza Muchas voces coinciden en su extrañeza por que la investigación de un hecho tan grave la desarrolle la comisaría de Bilbao (implicada en el caso) y no la división de la Ertzaintza que se encarga de investigar los asuntos internos. “Es algo inaudito”, explica un buen conocedor del proceder interno de la Policía vasca.
A estas mismas voces tampoco les cuadra la tardanza en reaccionar de los responsables políticos y policiales de Interior. El consejero, máximo responsable de la Ertzaintza, tardó cuatro días en poner voz a la primera versión oficial de los hechos, y tampoco arrojó demasiada luz. La primera gran cumbre de Interior se celebró el martes a primera hora, y a la misma no asistió uno de los mandos con responsabilidad por estar de vacaciones. Y no fue hasta ayer cuando se ordenó analizar todas las llamadas exteriores que recibió la Policía vasca. Ares tiene hoy una nueva cita, esta vez ante la comisión de Interior del Parlamento vasco. >dna