WASHINGTON. "Estamos en 1939". Bueno, exactamente estamos 73 años más tarde pero, para el proyecto en Twitter del británico Alwyn Collinson, el mundo está reviviendo la Segunda Guerra Mundial en "tiempo real". Si bien Twitter, más que ninguna otra red social, ha dado una vuelta de tuerca extra al concepto de inmediatez, este joven licenciado en Historia por la Universidad de Oxford está utilizando esta herramienta para todo lo contrario: revivir de una forma diferente el pasado. Y, quizás así, que se comprenda mejor lo que cualquier libro de historia pueda explicar sobre lo sucedido en el conflicto más devastador hasta la fecha.

"Quería recordarle a la gente que los que lucharon en este conflicto no eran solo nombres o meras cifras de muertos", explica Collinson en una entrevista telefónica. "Se trata de su punto de vista y de cómo debe haber sido vivir esa guerra, escuchar que la guerra ha empezado y que, ya seas británico o alemán, no sabes lo que va a pasar, cuál será el resultado, tener esa incertidumbre, shock y miedo". Y así desde el primer tweet de @RealTimeWWII, fechado el 31 de agosto: "Tropas de las SS vestidas como polacos están atacando un transmisor de radio en Gleiwitz, para proporcionar un pretexto a Alemania para atacar Polonia".

La idea, señala, no es solo relatar los grandes hechos históricos, sino también otras batallas más olvidadas y, sobre todo, las pequeñas historias humanas que, según él, "no caben en los libros de historia". Como, por ejemplo, detalles de las primeras semanas de la Guerra de Invierno, que estalló cuando la Unión Soviética invadió Finlandia el 30 de noviembre de 1939. "Una mujer dejó cerillas y madera para que las tropas quemen su casa recién limpiada", reza uno de los tweets de la noche del 30 de noviembre, cuando los finlandeses evacuaban las zonas amenazadas por las tropas soviéticas.

"Millones de personas lucharon y murieron y es imposible hablar de esas historias en los libros, quería humanizarlas", señaló. "Es realmente importante usar las propias palabras de la gente, eso nos recuerda que la historia no es una verdad objetiva, sino que es vista a través de los ojos de la gente, algo que merece la pena recordar", sostiene. Según Collinson, Twitter es el medio ideal para ello: con los breves mensajes de este medio social "la gente, por un momento, puede recibir un pedazo de pasado desde el punto de vista de la gente que lo vivió, una historia que no saben cómo va a terminar".

"Y así -continúa- quizás podamos apreciar sus pensamientos y sentimientos un poco mejor si vemos cómo suceden los eventos como ellos lo hubieran vivido". Collinson no es exactamente un pionero en la "recreación" de la historia a través de Twitter. En la red existen numerosas "aventuras" históricas vividas a través de tweets, desde la fatal expedición de Robert Falcon Scott al Polo Sur a principios del Siglo XX (@CaptainRFScott) hasta la Guerra de Secesión estadounidense que realiza como proyecto el periódico The Washington Post (@CivilWarwp). Desde 20009, además, un grupo de jóvenes estudiantes estadounidenses creó una web, TwHistory (www.twhistory.org), que permite a estudiantes y aficionados recrear algún acontecimiento histórico, como el hundimiento del Titanic o la batalla de Gettysburg.

La web proporciona las herramientas para enviar los tweets de forma escalonada y, según los diversos protagonistas escogidos para cada historia, desde personajes famosos hasta personas anónimas que tuvieron la suerte o mala fortuna de estar en el momento adecuado -o equivocado, según se vea- en que se hacía historia. Para Marion Jensen, uno de los fundadores de TwHistory, twitter ofrece una manera distinta, única, de conocer la historia. "Si me pongo a estudiar la batalla de Gettysburg que sucedió en el transcurso de tres días, puedo sentarme a ver una película que dure tres horas, o leer un artículo de Wikipedia en 20 minutos, o puedo dar un curso en la universidad durante seis meses. Lo que twitter permite es una recreación en tiempo real", explica a dpa. Algo que, asegura, atrae especialmente a estudiantes jóvenes.

Atractivo Collinson coincide. Twitter permite "conectar con personas a las que un libro de historia puede no atraer, que piensan que son aburridos. Obviamente, un tweet no puede reemplazar a un libro, pero lo que espero poder hacer es enganchar a la gente e interesarla lo suficiente para que luego vayan a leerse un libro". Y por el momento parece estar teniendo éxito.

En los poco más de tres meses que lleva twiteando la II Guerra Mundial, Collinson no solo se ha ganado la atención de medios como The New York Times, sino que ha logrado ya más de 160.000 seguidores de su cuenta, que alimenta a diario con una media de entre diez y 20 tweets. Hasta cuenta ya con voluntarios que los traducen al español, ruso, francés, árabe, portugués y chino, con planes de lanzar en breve también la versión alemana, y así alcanzar una dimensión "más multicultural" en sus tweets.

Pero más que los que leen sus mensajes, a Collinson lo que le enorgullece es la cantidad de gente que, dice, se comunica con él desde el primer día para participar en el relato bélico ofreciéndole información, fuentes, desde los libros de historia y periódicos de la época hasta extractos de diarios personales de soldados, cartas y otros pequeños documentos a menudo olvidados.

Aunque no sea un proyecto totalmente innovador, sí es quizás el más ambicioso, ya que Collinson, de 24 años, proyecta continuarlo "a tiempo real" durante los seis años que duró la guerra. Sabe, además que, conforme avance, se irá topando con temas cada vez más difíciles, como el Holocausto. "Espero afrontarlo de una manera sensible", admitió y señala que ya ha sido contactado por un archivo de material sobre el Holocausto de EEUU que le ha ofrecido ayudarle cuando llegue a esa etapa. "Creo que lo importante es mantenerme fiel a la idea de contar las historias de la gente involucrada. No quiero adoptar una postura moral, creo que los eventos hablan por sí mismos, y lo que haré será reflejar los crímenes cometidos por todas las partes, porque todas las historias merecen ser contadas", adelanta.

¿Twitter en el siglo XX? La pregunta que queda en el aire es qué habría pasado si durante la II Guerra Mundial la gente hubiera podido comunicarse de forma inmediata de uno a otro extremo del planeta y si expertos en propaganda como el régimen nazi hubieran podido usar estas herramientas. "Creo que los nazis habrían odiado twitter", ríe Collinson. "La propaganda estaba muy basada en tener una sola fuente de información", recuerda. Pero no deja de preguntarse si una herramienta así habría cambiado el transcurso de la guerra o, al menos, las versiones de lo que se sabía o no en ese momento.

Aunque Collinson asegura que con su propio proyecto ya tiene bastante, espera que su idea anime a otros a reencarnar otros acontecimientos históricos que hasta podrían ayudar a entender mejor la actualidad. "Como la Gran Depresión, eso nos daría un montón de lecciones interesantes de esa época", apunta el joven licenciado en Historia.