madrid. El PSOE considera que, frente a los augurios de una victoria del PP en las elecciones generales del 20 de noviembre, puede volver a vencer en las urnas y cree que la clave para ello serán los 3,5 millones de indecisos que calcula que hay en la actualidad.
Éste es el análisis que hizo ayer el Comité electoral socialista tras los primeros compases de la precampaña para los comicios, según fuentes del partido. En Ferraz niegan que exista el más mínimo desánimo ante los resultados que puede obtener Alfredo Pérez Rubalcaba en su reto de suceder a José Luis Rodríguez Zapatero como inquilino del Palacio de la Moncloa. Sí reconocen que el triunfo está difícil, pero lo ven posible si se logra movilizar a muchos de los votantes socialistas en anteriores convocatorias y que en la actualidad no tienen claro si ir a votar.
El PSOE ha calculado en 3,5 millones el número de esos indecisos y se va a lanzar a captar su apoyo en la nueva fase de la precampaña que se va a abrir la próxima semana con la convocatoria oficial de las elecciones. La dirección socialista no está preocupada por la posibilidad de que exvotantes suyos vayan a dar ahora su apoyo al PP, ya que consideran que ese trasvase va a ser mínimo, e insiste en que el peligro es la abstenión.
Y para que den finalmente el paso y acudan a las urnas, los socialistas consideran que se está avanzando en la buena dirección con la serie de propuestas que está desgranando Pérez Rubalcaba. De forma especial creen que pueden movilizar iniciativas como la aprobación de un impuesto para las grandes fortunas -que sería una versión mejorada del impuesto de patrimonio que ha resucitado ahora el Gobierno- o un impuesto al beneficio de las entidades bancarias para contribuir a la creación de puestos de trabajo para los jóvenes. "Se está ganando a Rajoy en la guerra de las propuestas", han asegurado las fuentes consultadas, que han subrayado que, a poco que los ciudadanos analicen las intervenciones del líder del PP, pueden comprobar que representa "la nada".
Además, creen que cada vez está calando más el hecho de que Rajoy es un riesgo para el Estado del bienestar y que las políticas que están poniendo en práctica algunos de sus presidentes autonómicos -en especial su secretaria general, María Dolores de Cospedal, en Castilla-La Mancha- avanzan lo que podría ocurrir si el PP venciera el 20-N. Los partidos minoritarios de izquierda en el Congreso quieren que en la próxima legislatura se ahonde en la participción democrática, aunque advierten de que esto no será posible si el PP consigue una mayoría fuerte. Así lo han señalado los portavoces de IU, ICV, ERC, el BNG y Nafarroa Bai, que han reconocido no ser muy optimistas sobre los resultados del 20 de noviembre, pero se han definido como las formaciones más cercanas a la ciudadanía.