vitoria. Un sólo día ha bastado para que las diputaciones dejen entrever su inquietud ante la llegada de la Ley Municipal. 24 horas después de que el lehendakari presentara en Donostia el proyecto normativo que su gabinete derivará al Parlamento Vasco, el Ejecutivo vizcaíno liderado por el PNV anunció ayer a través de Onda Vasca-Grupo Noticias que recurrirá la citada norma ante la Comisión Arbitral para evitar que afecte a las competencias forales. Ante el decidido paso del Gobierno vizcaíno, la Diputación alavesa, gobernada por el PP, opta por la cautela y se limita a aclarar que sus técnicos están inmersos en el estudio del proyecto de ley para analizar su contenido, idéntica respuesta que ofrecieron ayer a este periódico los portavoces de Bildu en la entidad foral guipuzcoana.
Este silencio público contrasta con la inquietud que la norma provoca entre los mandatarios forales de puertas hacia adentro. Dos de ellos, el alavés Javier de Andrés y el vizcaíno José Luis Bilbao compartieron mesa en un restaurante vitoriano tan sólo unas horas después de que a cien kilómetros de distancia el lehendakari expusiera los mimbres del proyecto aprobado por su Gobierno. Fuentes forales destacaron el "carácter privado" el encuentro entre ambos dirigentes y lo enmarcaron en los contactos habituales del nuevo diputado general de Álava con responsables de otras instituciones.
Pero en sus explicaciones, las mismas fuentes de la Diputación alavesa hacen suya la visión expuesta por el portavoz del partido en el Parlamento Vasco, Leopoldo Barreda, quien el lunes mostró su temor por que esta herramienta legislativa pueda provocar que se "vacíe de contenido" a las entidades forales.
El problema en cuestión reside en la habilitación de una segunda llave para la caja común que hasta ahora estaba custodiada únicamente por las diputaciones a través de las haciendas forales. El dinero y su destino tendrá nuevos responsables. Como ejemplo, el artículo 67 de la nueva norma aprobada el martes por el Gobierno Vasco recoge que el 50% de los recursos que irán a parar a los ayuntamientos los decidirán las entidades forales, mientras que la otra mitad la determinará el Consejo Vasco de Finanzas, participado por los municipios a través de la asociación vasca Eudel.
La realidad demuestra que las tres décadas superadas sin que el marco normativo vasco engrosara en su listado una Ley Municipal no eran baladí. La dificultad para tejer la red del entramado sin dañar la susceptibilidad de las demás instituciones se antoja complicado en el reto fijado por Patxi López desde el inicio de su mandato. La Ley Municipal nació como el proyecto estrella del Gabinete socialista y los primeros escollos obligaron al Ejecutivo autonómico a retrasar año y medio su pretensión de encauzar en la Cámara vasca la tramitación de esta norma.
recurso Bizkaia dio el primer paso y su Diputación anunció ayer que recurrirá la norma ante la Comisión Arbitral -encargada de resolver los conflictos competenciales entre el Gobierno Vasco y las instituciones forales- al considerar que "establece un vacío competencial" de los organismos forales. Así lo expuso ayer en los micrófonos de Onda Vasca-Grupo Noticias el portavoz de la Diputación vizcaína, Juan Mari Aburto, quien cuestionó la modificación legislativa que permitirá a los ayuntamientos contar con voz y voto en el Consejo Vasco de Finanzas, que es el organismo que diseña los criterios de reparto financiero.
Por parte de los socialistas, el grupo juntero en Bizkaia calificó de "sorprendente" que los responsables forales del PNV denunciaran que "únicamente conocían el proyecto de ley a través de los medios de comunicación" y "ya estén adelantando su recurso" a la Comisión Arbitral. Además, lamentaron que este anuncio supone, en su opinión, que el diputado general, José Luis Bilbao, continúa "haciendo un uso partidista" de la institución foral en "su afán por ser el líder de la oposición" al Lehendakari, "al margen de las necesidades de la sociedad vizcaína".
visión política Además de las voces discordantes procedentes de las bancadas jeltzale y popular, el resto de la clase política vasca también ha acogido con críticas y suspicacias el boceto de normativa municipal. Aralar y EA compartieron el lunes la "falta de consenso" que constatan en la elaboración del citado proyecto, mientras que el coordinador general de Ezker Batua, Mikel Arana, rebajaba ayer el tono de las críticas generalizadas al considerar que la Ley Municipal "va por buen camino". No obstante, el también parlamentario situaba en el debe el carácter económico de la normativa al lamentar que al PSE le "haya temblado el pulso al definir la financiación".
Por su parte, el portavoz de la izquierda abertzale, Niko Moreno, reprochó al Gobierno Vasco y al lehendakari que presenten el proyecto de Ley Municipal "sin contar para nada con la primera fuerza municipal en este país" y por ello pidió que se "dé voz" a Bildu.
La presencia de la coalición soberanista en sede parlamentaria se limita al único representante que Eusko Alkartasuna, como una de las tres partes que componen Bildu, ostenta en la Cámara vasca. De esta forma, Juan José Agirrezabala será la única voz de la marca abertzale en el debate sobre el proyecto de la normativa municipal.