vitoria. Al coordinador general del EB no le tiembla el pulso a la hora de valorar las crecientes acusaciones, algunas incluso personales, que le llueven desde el sector crítico de este partido. Si el pasado jueves destacados dirigentes de esta formación, como la exparlamentaria vasca Kontxi Bilbao o el exportavoz de EB en el Ayuntamiento de Vitoria José Navas, anunciaban una resolución de la Comisión de Garantías que anulaba la convocatoria de la próxima Asamblea General -fechada por el Consejo Político para el próximo 12 de noviembre-, Mikel Arana salía ayer a la palestra para dejar claro que la dirección del partido que él encabeza no tiene ninguna intención de variar la jornada prevista para este encuentro. "Que cada uno haga lo que quiera. La Asamblea General se celebrará el 12 de noviembre", aseveró el parlamentario en la sala de prensa de la Cámara vasca.

sectores Ante este escenario, y con el trasfondo de una lucha interna entre madracistas y aranistas, la bicefalia de EB dibuja un intenso año en el que a los dos consejos políticos ya existentes se les podrían sumar dos asambleas generales. Una rocambolesca situación que vista la postura de ambos sectores no tiene visos de solucionarse a corto plazo.

Arana abogó ayer, de nuevo, por dirimir todas las diferencias que existen en la asamblea de noviembre, donde a través de la fórmula "una persona, un voto", quedará de manifiesto cuál es la postura mayoritaria en este partido, además de cimentar un discurso único que entierre las discrepancias vigentes en el seno de la formación progresista.