Bilbao. En poco menos de una semana, por las instalaciones de la Audiencia Nacional van a pasar Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y Arnaldo Otegi, dos de los principales referentes de ETA y de la izquierda abertzale oficial de los últimos años, respectivamente. El primero en comparecer ante el magistrado será el exjefe militar de la organización armada, que será juzgado por primera vez en el Estado tras ser capturado hace más de dos años en Francia. Pero el que fuera objetivo número uno de las Fuerzas de Seguridad españolas desde que llegó a lo alto de la cúpula de la banda en 2003 ha sido de nuevo noticia antes de responder ante el tribunal por una de la larga lista de acciones que se le atribuye. Al parecer, según publicó ayer El País, el tiempo que lleva en prisión ha servido a Txeroki para cambiar su concepción de la estrategia que debe seguir la organización armada, porque de representar los postulados más duros dentro de la banda parece haber girado a los más posibilistas, los mismos que ha capitaneado Arnaldo Otegi, que el próximo día 27 se enfrenta a su enésimo juicio acusado de refundar Batasuna.

El diario del Grupo Prisa, que recoge unos comentarios que Aspiazu presuntamente realizó hace escasas fechas en una conversación en la cárcel madrileña de Navalcarnero (el mismo centro penitenciario en el que se encuentra Otegi hasta que termine el juicio por el caso Bateragune), asegura que el ex número uno de ETA da por amortizado el ciclo de la violencia. "La lucha armada ya no procede. Lo mismo que hemos estado cincuenta años con la estrategia de la lucha armada, ahora toca cambiar de estrategia, quizá por otros cincuenta años", destaca Txeroki. El mismo que, junto a los más radicales en el seno de ETA, hizo saltar por los aires la tregua de 2006 con las presiones a los partidarios de Thierry, dice también que la banda tiene que "ceder la lucha armada a favor de la lucha política".

Tanto el mensaje, en el que Aspiazu parece haber experimentado un giro de 180 grados en sus pensamientos, como la filtración a El País, llegan en un momento en el que la llegada de Bildu a las instituciones y la reducción de escoltas (al reducirse la amenaza de atentados) ha vuelto a situar a José Luis Rodríguez Zapatero y a Alfredo Pérez Rubalcaba en el centro de las críticas de los populares. Y el mensaje del antiguo jefe militar viene a reforzar las tesis del Gobierno español, que tiene en la normalización y en la pacificación los únicos clavos en los que agarrarse para acabar la legislatura con mejor nota.

Garikoitz Aspiazu. Foto: dna