madrid. Cuatro militares españoles y un intérprete resultaron ayer heridos al estallar un artefacto explosivo al paso de un blindado Lince en el que viajaban, en las proximidades de Ludina (Afganistán), y que formaba parte de una patrulla de reconocimiento de la conocida como ruta Lithium.
Fuentes del Ministerio de Defensa informaron de que la explosión hirió a los cinco ocupantes del blindado: un teniente, tres soldados y un intérprete civil. El teniente, A.G.B., y la soldado J.G.L., presentaban heridas de mayor gravedad, y fueron trasladados al hospital Role 2 de Bala Murghab y ambos sufrieron la amputación de una pierna. Otro soldado, A.Q.S., también fue intervenido y estaba en el mismo hospital, con heridas y fractura en una pierna.
El teniente y el soldado A.Q.S. fueron trasladados al hospital Role 2 de Herat, gestionado por las tropas españolas, mientras que la soldado J.G.L. fue llevada al centro hospitalario Role 3, de Kandahar.
Los otros dos heridos, el soldado I.M.I. y el intérprete, sufrían diversas contusiones y fueron trasladados al hospital de Herat.
El teniente y dos de los soldados pertenecen al Regimiento de Infantería Soria 9, con sede en Fuerteventura, mientras que la soldado J.G.L. es del Regimiento de Infantería Ligera 47, con sede en Palma de Mallorca.
Según Defensa, desde 2010, las tropas españolas operan en Afganistán sólo con los nuevos blindados RG-31 y con los blindados medios Lince, vehículos que sustituyen a los antiguos BMR. La ministra de Defensa, Carme Chacón, informó personalmente del ataque al rey don Juan Carlos y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, pidió un esfuerzo por mejorar la seguridad de las tropas españolas.
Con la explosión de ayer son ya diecinueve los ataques sufridos por las tropas españolas en Afganistán desde su despliegue en 2002, aunque no comenzaron a producirse hasta 2006. En ellos han fallecido diez militares, un intérprete y un niño afgano, mientras que 32 militares y dos civiles, ambos intérpretes, han resultado heridos de diversa consideración. Además, otros 79 militares han muerto en accidentes aéreos -62 en el Yak-42 y 17 al estrellarse cerca de Herat su helicóptero-, mientras que otros dos han fallecido en sendos accidentes de tráfico y otro por un infarto de miocardio.