Vitoria. Un suspiro después de conocerse los resultados electorales, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró que su partido no cierra las puertas a firmar pactos con ninguna fuerza política y que los estudiará a partir del día 24 "territorio a territorio y municipio a municipio", en función del "grado de conciliación" de los programas y teniendo en cuenta "el mapa tan complejo" que han dibujado los comicios. Al despertarse al día siguiente, el mensaje no había cambiado ni un ápice. En las entrevistas concedidas a distintas emisoras de radio, entre ellas Onda Vasca, insistió en su interés por iniciar esta maniobra, como antes lo han hecho otros, y se mostró convencido de que con un juego de alianzas su partido todavía puede gobernar las Diputaciones de Álava y Gipuzkoa pesar de haber sido la segunda formación en votos.

Eso sí, Urkullu dio una pista sobre sus preferencias, difíciles de ocultar. El presidente del PNV apuntilló que, junto con los programas y los proyectos estratégicos orientados a atajar la crisis, también influirá en los acuerdos "el nuevo momento político que se abre en relación a la pacificación, donde todavía hay muchos pasos que dar". En este aspecto, añadió, el PNV "tendrá presente lo que suceda en el Estado español".

El retrato pintado por las elecciones, con el descalabro del PSE y la irrupción con fuerza de Bildu, clarifica "el panorama" político de Euskadi. Según Urkullu, se ha reflejado la existencia "de una mayoría social abertzale y nacionalista y, por tanto, el tiempo que se nos abre debe ser gestionado de otra manera". Eso no quiere decir, sin embargo, que crea que dentro de cuatro años se repitan estos resultados. El presidente del PNV tiene claro que Bildu ha aglutinado "el voto del victimismo" de quienes en otras ocasiones no pudieron presentarse a las elecciones y "el voto de castigo a otras formaciones".Había demasiadas ganas tras doce años de ilegalización. Y, además, la nueva coalición "ha tenido el beneficio del voto por reforzar su apuesta por las vías exclusivamente políticas".

Urkullu también tuvo palabras para el PSE y el PP. Les pidió que sean "conscientes" de que la suma de ambos, alianza que les ha dado el Gobierno Vasco, "no representa la fotografía socio-política vasca, sino que responde al pasado". Y, a continuación, lanzó una pulla vestida de advertencia. "Es difícil pensar que un lehendakari o un Ejecutivo puedan mantenerse sin que realmente estén representando a la mayoría social".