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LOS analistas de inteligencia de la CIA y de otras agencias que examinan los archivos del ordenador de Osama Bin Laden y los documentos encontrados en su vivienda de Abbottabad han quedado impresionados del grado de contacto del líder de Al Qaeda con sus subalternos y filiales. Bin Laden se comunicaba con ellos a través de misivas que escribía en su ordenador, guardaba en un USB y que luego sus mensajeros se encargaban de hacer llegar a su destino en cibercafés alejados del complejo de Abbottabad. La inteligencia estadounidense asegura que el "diario profesional" de Bin Laden, más que detalles sobre posibles atentados o el paradero del resto de las figuras de Al Qaeda, está proporcionando información sobre la forma de organizarse del grupo y la relación de Bin Laden con sus subalternos. Quienes los han analizado describen al líder terrorista como "un director ejecutivo que ofrecía instrucciones bastante genéricas más que órdenes tácticas"; como un guía que trazaba la estrategia a seguir y que intentaba ejercer control a toda costa.
Su diario contiene una docena de páginas manuscritas en las que Bin Laden reflexiona sobre las maneras de atacar de nuevo EEUU y las formas de reclutar nuevos militantes. Al parecer, estaba "obsesionado" con un nuevo atentado en Nueva York, Washington o Los Ángeles. Su objetivo: causar el impacto del 11-S provocando el mayor número de víctimas estadounidenses posible. Bin Laden estaba directamente involucrado en esta discusión con otros dirigentes de Al Qaeda para conseguir que la organización no se distrajera en acciones menores en países como Yemen, Somalia o Argelia. "Hagamos a América más débil, usemos a latinos y afroamericanos, a la gente que está oprimida en EEUU", indica el líder terrorista en uno de sus escritos.
Bin Laden pidió en su testamento que se vengara su muerte. El temor a posibles represalias tras su asesinato hizo elevar el nivel de alerta en muchos países, fundamentalmente en EEUU. Pero la pregunta es si Al Qaeda es capaz, en estos momentos, de realizar un atentado de tales dimensiones, como quería el líder asesinado. Pakistán ha sido el primer objetivo. El ataque suicida fue llevado a cabo por los talibanes locales -con fuertes vínculos con Al Qaeda-, aunque no parece coincidir con las expectativas de Bin Laden.
la sucesión Con la desaparición de su líder, el grupo tendrá más dificultades para organizarse, reclutar militantes y recaudar fondos para la yihad, coinciden expertos y analistas de inteligencia estadounidenses. Está en duda la posibilidad de que su sustituto pueda ejercer la misma influencia en los subalternos y las diferentes ramas del grupo. "Bin Laden era la única persona capaz de ser escuchada por una filial cada vez que hablaba", señala un funcionario estadounidense bajo anonimato a The New York Times. El egipcio Ayman al-Zawahiri es considerado como el probable sucesor de Bin Laden, pero algunos militares y funcionarios consideran que existen otras figuras que podrían asumir el liderazgo, entre ellas mencionan al líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, Nasser al-Wuhayshi, un saudita que fue secretario personal de Bin Laden en la década de 1990; y a Anwar al-Awlaki, el clérigo nacido en Estados Unidos que se oculta en Yemen. En Pakistán, en cuyas montañas del noroeste se encuentra el grupo principal (la base), los funcionarios estadounidenses creen que está emergiendo una nueva generación dispuesta a desafiar a la vieja guardia, incluyendo a Al-Zawahiri. Asimismo apuntan a los libios Atiya Abd al-Rahman y Abu Yahya al-Libi, que escaparon en 2005 de la cárcel de Bagram, Afganistán, como los principales jefes de operaciones de la red.
Del diario de Bin Laden se desprende que, de las tres principales ramas de Al Qaeda, la de la Península Arábiga de Al-Wuhayshi es la más poderosa. Esta filial fue la que adiestró al nigeriano que intentó volar un avión de pasajeros en 2009, y parece ser la rama que mejor cumple con la voluntad de Bin Laden.
la continuidad El periodista y experto en la organización terrorista internacional Jason Burke asegura que "tanto Al Qaeda central como sus afiliados han sufrido un gran desgaste en los últimos años". Un debilitamiento en su capacidad operativa que han ido percibiendo desde 2005, cuando el grupo terrorista realizó su último gran ataque: los atentados del 7 de julio en Londres. "Osama Bin Laden muere en un momento en el que, según todos los indicios, Al Qaeda parece tener objetivamente degradadas sus capacidades operativas, cuenta con un número de miembros propios que posiblemente no llegue al millar, ha visto muy aminoradas sus infraestructuras terroristas desde que se reubicó en las zonas tribales al noroeste de Pakistán y ha ido progresivamente perdiendo apoyo popular en los países con sociedades mayoritariamente musulmanas, aunque continúe siendo entre sustancial y notable en algunos de ellos", explica Fernando Reinares, investigador principal de terrorismo internacional del Real Instituto Elcano en su análisis Después de Osama Bin Laden, ¿cómo quedan Al Qaeda y el terrorismo global?
las protestas Según Reinares, "esto ayuda a entender por qué, tras la muerte de Bin Laden, las expresiones de protesta y los disturbios en esos países han sido mucho más limitados en su alcance de lo que a buen seguro hubiese ocurrido si el líder de Al Qaeda hubiera sido abatido en los años inmediatamente posteriores a los atentados del 11 de septiembre". Sin embargo, los expertos advierten de que este debilitamiento no es el fin de Al Qaeda. Y por pocos militantes que pueda tener, el dolor que pueden causar todavía es una amenaza. "En la actual urdimbre del terrorismo global seguirá siendo posible distinguir, después de Bin Laden, cuatro grandes componentes: la propia Al-Qaeda; sus extensiones territoriales; los grupos y las organizaciones afines; y las células independientes e individuos aislados. La amenaza que el terrorismo global plantea para distintos países o regiones del planeta depende del modo en que eventualmente se combinen diferentes actores correspondientes a esos distintos componentes. Este es el verdadero legado de Osama Bin Laden", concluye Reinares.
l Fundación. Enero de 2007.
l Ubicación. En una vasta región desértica del noreste de Mauritania y el norte de Malí y Níger.
l Líder. El argelino Abdelmalek Droukdel.
l Trayectoria. Surgió por iniciativa de los combatientes del desaparecido Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, que habían luchado contra las autoridades argelinas hasta que a finales de 2006 decidieron aliarse con Al Qaeda. AQMI logró notoriedad con una serie de atentados contra el Gobierno y las fuerzas de seguridad argelinas y contra la oficina de Naciones Unidas en Argel en 2007. Sus ataques han decaído desde 2008, y sus principales acciones y fuente de financiación son los secuestros de occidentales en Sahel. Cuenta con un centenar de militantes.
l Fundación. 2009.
l Ubicación. Yemen.
l Líder. El yemení Nasser al-Wuhayshi.
l Trayectoria. Las células de Al Qaeda en Yemen y Arabia Saudí se reconvirtieron en 2009 con el nombre de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), con sede en Yemen, después de tres años de operaciones antiterrroristas en Arabia Saudí. El Gobierno de Yemen calcula en 300 el número de milicianos de AQPA en este país. A lo largo del pasado año, el grupo perpetró varios atentados en Yemen y el pasado mes de noviembre anunció que también atentaría a pequeña escala contra intereses estadounidenses.
l Fundación. 2004.
l Ubicación. Irak.
l Líder. Abu Baker al Baghdadi, que se autodenomina como el califa de Irak.
l Trayectoria. El grupo de Al Qaeda en Irak fue fundado en octubre de 2004 por el jordano Abu Musab al Zarqawi. Tras su muerte en 2006, la dirección fue asumida por el egipcio Abu Ayyab al Masri. En octubre de ese año, el Consejo Muyahidin de la Shura, dependiente de Al Qaeda, estableció el Estado Islámico de Irak, una organización que abarca a los diversos grupos armados y a los líderes tribales suníes, bajo la dirección de Abu Omar al Baghdadi. El 18 de abril de 2010, Al Masri y Al Baghdadi murieron en el curso de un ataque conjunto de las fuerzas estadounidenses e iraquíes al noreste de Bagdad, siendo ahora su líder . Abu Baker al Baghdadi al Husseini al Qurashi.