Cuatro escenarios para una misma reivindicación. El Aberri Eguna 2011 llega una vez más marcado por el estigma de la división partidista, que se proyectará de nuevo desde la profusión de siglas que defienden el hecho nacional vasco con distintos tonos y colores, a la convocatoria de esta celebración que aún aspira a ser algún día unitaria y compartida incluso por quienes se sitúan más allá del ámbito abertzale.
Gernika o Baigorri. Donostia o Bilbao. Quien el domingo quiera celebrar en compañía el Día de la Patria Vasca tendrá un rico abanico donde elegir cómo hacerlo. Siempre claro que admita pasar antes por el trámite de retratarse tras la sensibilidad convocante -ya a estas alturas, detrás de cada opción electoral- en función de la localidad que decida visitar este domingo.
Fiel a la tradición instaurada en los últimos años, el PNV acudirá a la recoleta Plaza Nueva de Bilbao para celebrar un acto familiar en el que, según explicó ayer a través de una nota, la formación jeltzale subrayará su intención de mantenerse "fiel" a sus principios ideológicos y ajena al "baile de siglas" que se vive en parte del espectro abertzale; o lo que es lo mismo, reivindicarse frente a los "llamamientos a juntarnos" que escucha de quienes a su juicio "desearían" sustituirle como fuerza hegemónica del nacionalismo.
Por su parte, Hamaikabat subirá al monte Urgull de San Sebastián -una de sus actuales plazas fuertes- para proyectar a través de la memoria de Manuel de Irujo su apuesta por defender un "nacionalismo transversal" y por hacer partícipes del Aberri Eguna a formaciones no nacionalistas como el PSE, que "hace tiempo" -durante parte del franquismo- celebraban esta fiesta como propia "con naturalidad".
acto 'político', acto 'neutral' Tras hibernar durante buena parte del año, la red Independentistak vuelve a convocar un Aberri Eguna que pretende "unitario" y destinado a contar con "todos los abertzales".
Se trata de una celebración que, a su vez, tendrá dos lugares de referencia entre los que los seguidores de las formaciones adheridas a esta convocatoria podrán elegir: Gernika y Baigorri. Allí se citarán los componentes de Bildu -los independientes de la izquierda abertzale, EA, Alternatiba- y agentes como el sindicato LAB, mientras que ELA dará libertad a sus afiliados para elegir cómo "sumar" para "ganar la soberanía" lejos de "partidismos".
Según explicaron los portavoces de esta red, esta doble convocatoria pretende unir ambos "símbolos de nuestras libertades". Pero tras el programa de actos que se seguirá en las localidades vizcaína y bajonavarra se esconde una peculiar diferencia de fondo, ya que mientras el de la villa foral transmitirá toda la carga ideológica con la que las formaciones adheridas a la convocatoria de Independentistak trenzarán sus argumentos de campaña, el de Baigorri tendrá un perfil más neutral, ya que de hecho se celebrará por convocatoria de la sociedad Basaizea.
Desde hace 30 años, este colectivo reivindica con esta fiesta el Nafarroaren Eguna; una convocatoria de perfil político bajo, más destinada a recordar los ecos que perviven hoy de un reino que el propio Shakespeare dijo que estaba destinado a "maravillar al mundo". Al celebrarse ambas fiestas el domingo, y ya que Independentistak no quiere faltar en Baigorri, coincidirá allí con Aralar y Abertzaleen Batasuna. Pero sólo geográficamente.
Y es que, aunque esta red apostó por "aparcar los partidismos", estas otras dos patas de la izquierda abertzale le reprochan precisamente lo contrario. Estas diferencias se analizaron incluso en el seno del Acuerdo de Gernika, donde sus firmantes buscaron espacios para el entendimiento. Una convocatoria unitaria en la villa foral hubiera sido una muestra de impulso a este pacto. Sin embargo, las sombras de la carrera electoral y la amenaza de saber quién acaba capitalizando políticamente cada paso conjunto dinamitaron el proyecto. En palabras del vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, la celebración de una fiesta unitaria no ha sido posible porque "algunos" han querido "patrimonializar la fiesta". En la misma linea, pero quizá con más claridad, AB acusó ayer directamente a Independentistak de querer "imponer" su celebración "con una clara voluntad de hegemonía".
Así, un año más, las diferentes sensibilidades abertzales compartirán el domingo una misma reivindicación, juntas, pero no revueltas.