trípoli. Muamar el Gadafi apareció ayer en público para animar a sus seguidores a aplastar la rebelión mientras la autodenominada Coalición Revolucionaria se organiza y la comunidad internacional, empezando por EEUU y la Unión Europea, toma medidas contra su régimen.
Gadafi convocó ayer a sus simpatizantes en la Plaza Verde de Trípoli y les pidió que actúen contra los rebeldes igual que "resistió el pueblo libio" a la colonización italiana y a los bombardeos estadounidenses.
Amenazó también con abrir los arsenales "cuando sea necesario" para armar a las tribus libias y luchar contra los intentos de terminar con su régimen. "Preparaos para defender Libia, preparaos para defender el petróleo, preparaos para defender la dignidad", declaró Gadafi.
Mientras Gadafi hablaba, en Bengasi, la segunda ciudad más importante de Libia, los comités populares que ahora la controlan anunciaban la formación de una administración local para coordinar acciones con otras "localidades libias liberadas".
El anuncio fue hecho por Abedelhafiz Hoga, portavoz de la llamada Coalición Revolucionaria del 17 de febrero, creada por los grupos de oposición al régimen que ya están controlando distintos puntos de Libia. Se trata de la primera entidad administrativa popular que se forma en Libia para sustituir a las autoridades locales que han dejado de funcionar según iban pasando a control de la oposición distintas localidades del país. El líder libio estaría quedándose cada vez más solo de confirmarse la noticia avanzada por la cadena de televisión qatarí Al Jazeera de que la base área de Muitiqa, la mayor de Trípoli, se ha unido a la revuelta.
Entretanto, los sangrientos ataques contra los manifestantes prosiguen, mientras la rebelión se ha propagado al oeste y al sur del país donde nuevas ciudades han caído en las manos de los que se oponen al régimen de Trípoli. Al menos cinco personas han muerto después de que las fuerzas de seguridad leales al dirigente libio hayan abierto fuego contra los manifestantes antigubernamentales en el distrito de Janzour, en el oeste de la capital.
Según la BBC, se están registrando enfrentamientos armados en el distrito de Suk al Jumah, en la capital, y un vecino declaró a la televisión pública británica que "en Trípoli están muriendo muchas personas". Fuentes locales han asegurado que las fuerzas de seguridad están requisando teléfonos y advirtiendo expresamente a la gente de que "no hable con Al Jazeera".
Asimismo se ha producido una cadena de deserciones de diplomáticos y funcionarios libios. La misión libia ante las Naciones Unidas en Nueva York anunció ayer que ha dejado de responder a las instrucciones del régimen de Gadafi y pidió a la comunidad internacional que intervenga para detener la "matanza". "El fin del régimen está cerca. Pido a todos nuestros diplomáticos que no tomen ninguna instrucción de Trípoli y hagan saber a los países donde están que ahora representan al pueblo", dijo el embajador adjunto de Libia, Ibrahim Dabashi, hablando en nombre de toda la delegación diplomática.
Dabashi pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que refiera a Gadafi y a la cúpula de su régimen a la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad en la represión de las protestas populares.
Mientras, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, reveló ayer que ha recibido informaciones que indican que "miles de personas pueden haber sido asesinadas o heridas" en la represión del levantamiento popular de Libia.