VITORIA. 2010 iba a ser el año de la aprobación de la Ley Municipal, pero el Gobierno Vasco no había calculado bien su capacidad de legislar y, más de un año después de que hiciera de esta norma el faro de su programa, o lo que es lo mismo, de su calendario legislativo, la Ley que equiparará a los ayuntamientos con el resto de instituciones está aún muy lejos de llegar al Parlamento.

Por lo pronto, lo único que hay es un borrador que ha tardado ocho meses en redactarse y que ahora reposa sobre la mesa de alcaldes, diputados generales y otros agentes a quienes afectará, de una u otra manera, la Ley Municipal.

El lehendakari culpó a Eudel, que pidió una prórroga en la redacción de sus sugerencias a la norma -a petición del PSE-, de los retrasos, pero lo cierto es que, primero las vacaciones de verano y después el debate presupuestario han llevado la norma a un segundo plano.

No será sencillo que en 2011 salga adelante la Ley Municipal. El Gobierno debe recibir las correcciones de los agentes a quienes se ha pasado el borrador antes de enviarlos a la Cojua -la Comisión Jurídica Asesora-, que tiene hasta dos meses de plazo para plantear sus acotaciones al proyecto. Es de suponer que agotará sus plazos, pues como se ha insistido siempre desde Lehendakaritza para justificar los retrasos, se trata de una norma muy compleja.

Durante meses se subrayó la necesidad de llevar el proyecto al Parlamento antes de que la precampaña de las municipales y forales contaminara los consensos necesarios, y esa época de alteración entre la clase política está ya a la vuelta de la esquina. Después, y dado que se trata de unas elecciones a los ayuntamientos, Eudel debe cambiar su junta directiva, y si esta vez no se logra compaginar las vacaciones y las discusiones sobre los Presupuestos, bien con el proyecto ya en el Parlamento, bien aún en Lehendakaritza, la Ley puede seguir sin aprobarse en la campaña de unos nuevos comicios, las generales de 2012.

La Ley Municipal es el proyecto estrella del calendario legislativo del Ejecutivo vasco, un ambicioso compendio de medio centenar de normas, la mitad de las cuales se querían llevar al Parlamento en 2010. Al final sólo se han registrado en la Cámara seis, la última de ellas la de Publicidad Institucional, el pasado 23 de diciembre.

El lehendakari López prometió que será en 2011 cuando se terminen de redactar las leyes pendientes, pero después de haber recibido duras críticas de toda la oposición, 2011 promete ser un año de duro marcaje al cumplimiento del calendario y, en general, de las obligaciones del Gobierno. Por lo pronto el PP ha planteado la comparecencia periódica de representantes del Ejecutivo al inicio de cada periodo de sesiones para explicar qué exhortos de la Cámara ha obedecido y cuáles no.