madrid. El PSOE y el PP valoraron la llamada a la unidad del Rey para llevar a cabo las reformas precisas para salir de la crisis y le vieron como un monarca "pegado a su tiempo" o "al terreno", mientras que algunos nacionalistas vascos criticaron su breve mención a la violencia o a la situación en Euskadi.
Para la responsable de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, el mensaje de don Juan Carlos demuestra que es "un Rey pegado a su tiempo", "defensor" de las reformas que se están impulsando (desde el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero) contra la crisis y mensajero de aliento y confianza a los ciudadanos. Valenciano dijo, además, que su alocución le describe como "un defensor del rumbo de España".
De la misma opinión era el portavoz del PSE-EE, José Antonio Pastor, quien, además, resaltó la referencia del Rey a las víctimas de ETA.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, afirmó que su partido "se apunta" a las propuestas de unidad y reformas que lanzó el monarca, de quien dijo que es "un Rey pegado al terreno". Recordó que el PP hace tiempo que dijo que se apunta a las propuestas de unidad "codo con codo, no la unidad de la comparsa", y a las reformas que, a su juicio, deben responder a un plan "meditado, pensado, global y pactado", y no a la improvisación.
El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, también dijo compartir con el Rey la necesidad de acometer reformas estructurales y volvió a pedir un pacto de Estado "que no ha sido factible por culpa del Gobierno y del PP".
El presidente canario, Paulino Rivero, opinó que el Rey "ha apelado al sentido de Estado" que se ha demostrado desde Canarias, mientras que Coalición Canaria emplazó a los partidos, especialmente al PSOE y al PP, y agentes sociales y económicos, a "tomar nota" del mensaje real y resolver juntos la crisis.
El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, interpretó la "referencia extremadamente breve y concisa" que el Rey hizo del terrorismo como una prueba de que "en la Casa Real no son ajenos al rumor de que se produzca una declaración de tregua permanente, verificable y unilateral por parte de ETA".
El portavoz en el Congreso de ERC, Joan Ridao, dijo que es muy difícil la unidad que ha pedido el Rey mientras gobierne Zapatero, ya que para ello hay que escuchar a todo el mundo y "no sólo por el oído derecho".
Desde IU, su coordinador federal, Cayo Lara, reprochó que sólo se hubiera referido a las reformas necesarias para cumplir los compromisos con los mercados e instituciones internacionales, y que hubiera avalado los recortes que han perjudicado a los más débiles.
Crítico también fue el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, quien lamentó que el Rey apostase por las reformas del Gobierno para hacer frente a la crisis y no hubiera centrado buena parte de su discurso en las consecuencias sociales de la misma.
Desde la CAV, Iñaki Oyarzábal, secretario general del PP vasco, destacó el llamamiento del Rey a "mantener la unidad y la determinación contra ETA" justo "en un momento en el que algunos pueden tener la tentación de bajar la guardia".
críticas desde euskadi Sin embargo, no gustaron las menciones sobre el País Vasco al portavoz de Eusko Alkartasuna (EA) en el Parlamento vasco, Juanjo Agirrezabala, quien criticó que el Rey hiciera un discurso "viejo y vacío sobre la violencia". Agirrezabala lamentó que don Juan Carlos hubiera "obviado la esperanza de paz que late en Euskal Herria".
Crítica también se mostró Ezker Batua (EB), que opinó que, una vez más, el discurso "defrauda" porque su objetivo es "apuntalar" al Gobierno del PSOE.
De "palabras vacías" calificó Aralar las alusiones a la crisis económica y de "significativo" el poco espacio dedicado a la violencia; "quizás conozca algo que el resto no sabemos", indicó.
Hamaikabat, formación escindida de EA, recomendó al Rey "una jubilación con pensión plena, tras haber completado los 35 años de mensaje navideño", a pesar de que para el parlamentario vasco de UPyD, Gorka Maneiro, el mensaje fue "razonable y cabal".