Iruñea. Uxue Barkos apuesta por una sociedad sin cualquier tipo de ataduras con la violencia y reivindica el papel de Nafarroa Bai, a la que califica como la mejor herramienta para los abertzales en Navarra.
Todo el mundo está a la espera de un comunicado de ETA.
Tengo por costumbre no hacer ningún tipo de referencias en términos de expectativas. Sobre todo en algo fundamental para nuestro país como es el final de la violencia. ETA tiene un mandato social claro, que es poner fin a la violencia. Es incuestionable que una mayoría de la sociedad, también la izquierda abertzale, ha mostrado su opinión. Me gustaría ver a mi país libre de ataduras de este tipo. Cuando llegue el comunicado, lo analizaremos.
Lo que sí ha llegado es el asalto a una empresa de informática.
Tampoco es una gran decepción. Sabemos que éste no es un camino fácil, el ver una Euskadi libre de esta atadura. No es camino fácil y seguramente tendrá traspiés y éste es uno de ellos. Ha dejado un muy mal sabor de boca. Hay que esperar, pero está claro que ETA tiene un mandato social. Más que mandato, es una exigencia de la sociedad vasca, y está totalmente divorciada de los anhelos y deseos de libertad del pueblo vasco. Desde hace mucho tiempo, pero en este caso queda mucho más claro.
La izquierda abertzale dice que ha iniciado un nuevo camino. ¿Usted cree en su sinceridad o es de los que lo pone en cuarentena?
No voy a hacer juicios de valor sobre la izquierda abertzale. El tiempo nos dirá, pero a mí me gustaría ver a una izquierda abertzale que se sacuda al 100% la tutela militar de ETA. Eso es lo que me gustaría como vasca y como abertzale.
¿Cree que están dando esos pasos?
Repito que hacer ahora juicios de valor en torno a esta cuestión seguramente es lo que menos ayude a la situación, que prefiero no llamarle proceso. Si la izquierda abertzale ha decidido dar un paso adelante, que lo dé. Pero lo debe dar sola. No puede pedir a la sociedad que recorra con ella un camino que ésta ya ha hecho. El resto de la sociedad está urgida a dar la mano cuantas veces haga falta, pero una cosa es dar la mano y otra es que se nos exija que recorramos un camino que ya hemos hecho hace mucho tiempo.
¿Qué opina de la entrevista que realizó el Grupo Noticias a ocho presos críticos con ETA?
Los hechos son hechos y tratar de valorar en estos momentos la dimensión de los mismos seguramente es equivocado. Yo soy periodista y me gusta hacer valoraciones con los datos encima de la mesa. Y en estos momentos los datos son confusos y difusos y por eso digo que juicios de valor, los mínimos. Sí hay que recordarle a ETA que tiene un mandato encima de la mesa que no puede dejar de oír.
¿Cuál es la situación actual de NaBai?
Estamos en una situación difícil. Batzarre decidió no hace mucho salir. Bueno, quizá decidió salir hace más tiempo, pero ha dado el paso ahora. Es una decisión que no termino de comprender, ya que sigo pensando que Nafarroa Bai es una herramienta válida. Seguramente, la herramienta llamada a liderar el cambio en Nafarroa, un cambio que es urgente en términos de oxígeno social para esta sociedad. La salida de una pata como Batzarre no se comprende, y lo digo con harto dolor, pero bueno... Y el resto de formaciones, y los independientes, estamos pasando un momento que siempre es difícil en Nafarroa Bai, y ahora más que nunca. Está siendo un proceso costoso y en términos personales hasta doloroso, aunque se sabe que una coalición es mucho más trabajosa que la acción política de un partido. Además, el momento no es fácil por las llamadas de la izquierda abertzale a la ruptura de Nafarroa Bai, apelando a EA y Aralar.
¿Cómo valora la actuación de la izquierda abertzale y EA en Navarra?
Yo escucho a los dirigentes de Eusko Alkartasuna en Nafarroa y por activa y por pasiva han dicho que su posición es la permanencia en Nafarroa Bai. Sólo puedo tener en cuenta las afirmaciones públicas y constantes en esa dirección.
La izquierda abertzale acusa a NaBai de no recoger los intereses de los abertzales progresistas de Navarra.
Es una opinión tan legítima como la contraria. Nafarroa Bai recoge los intereses de los abertzales, y no sólo donde la izquierda abertzale no se pudo presentar. Se presentaron en Iruñea y la respuesta de los ciudadanos fue la que fue. Entiendo que la dirección política de la izquierda abertzale tiene que marcar diferencias con quien ya en 2007 no fue sólo un competidor, sino claramente un adversario político que recibió el respaldo social de la gente abertzale y de izquierdas. En NaBai nos encontramos abertzales y también hay gente no abertzale. Lo que no hay es gente anti abertzale. Y es que, y póngase entre comillas, el anti abertzalismo ha sido un valor político en Nafarroa. Mezclar los anhelos abertzales con la violencia o el terrorismo de ETA ha sido un activo en determinados modos de hacer política, y un ejemplo lo tenemos en UPN.
Nafarroa Bai está abierto a todo el mundo. En otras palabras, ¿la izquierda abertzale tiene cabida?
Está abierto a todos los que compartan la locomotora de este tren. Principios muy básicos, pero principios evidentes: el rechazo expreso y expresivo de la violencia, reconocimiento de todos los derechos para todas las personas, reconocer una realidad vasca que existe y compartir un modelo social mínimo. No se trata de crear grandes bases de estancamiento ideológico. Aquí cabe mucha gente, la que apela a un tipo de sociedad más justa en estos momentos. Todo ello no implica que no podamos trabajar con otros sectores. Yo como abertzale sé dónde está mi anhelo político y sé cuál es mi destino, pero hay que ser conscientes de que el resto de la sociedad en Nafarroa no lo comparte de manera mayoritaria. Siempre digo: en la defensa del derecho de autodeterminación, siempre; en el ejercicio del derecho de autodeterminación, cuando ganemos.
¿Los abertzales en Nafarroa están mucho más condicionados que en el resto de Euskadi?
Defiendo que en Navarra, en términos de movimiento de acción política abertzale, tenemos que buscar nuestro propio motor. No podemos pretender una acción de desarrollo de nuestra posición desde otro lado. Es fundamental que una buena parte de los navarros se reencuentren con su realidad cultural. El daño que ha hecho esa extraña conexión entre la violencia de ETA y el mundo abertzale y el uso partidario que de ello ha hecho la derecha en Nafarroa es mucho mayor que en la CAV.
Y pese a ese momento difícil, ¿que perspectivas ve para Nafarroa Bai?
Si las cosas las hiciéramos medianamente bien deberíamos revalidar la posición de segunda fuerza en Pamplona y, tras la división de UPN, por qué no podemos anhelar a ser la primera fuerza en Navarra. Y eso lo lograremos si ofrecemos un proyecto serio, con vocación de gobierno. Un proyecto en el que las diferencias sirvan para enriquecer, sólido y capaz, más allá del reconocimiento de las cosas que no hemos hecho bien, que hay más de una. Estoy convencida de que el deseo de muchos hombres y mujeres es el cambio.