Madrid. El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que tiene constancia de que ETA sigue enviando cartas de extorsión en el País Vasco. En un desayuno informativo organizado en Madrid por la agencia Europa Press, Urkullu afirmó conocer el hecho de que "hace escasos días" se han recibido este tipo de misivas "con la exigencia del pago a la causa". Según describió el presidente del EBB, se trata de cartas que pueden llegar en remesas de varias misivas, incluso hasta ocho para una misma persona y que, explicó Urkullu, llevarían como remitente a un familiar del destinatario para que a éste le llame la atención.
Es por ello que el jeltzale se mostró más que prudente ante los movimientos que se están dando en el seno del grupo armado. "Tenemos dudas. Lo reconocemos", afirmó. "No hay acciones ofensivas, pero siguen llegando cartas de extorsión amenazantes. Sigue el chantaje", añadió Urkullu calificando este hecho de "inadmisible". "Ni nos fiamos ni nos vamos a fiar sin más", subrayó, apelando a pasadas experiencias "frustrantes". "Somos y vamos a ser extremadamente cautos con ETA", indicó.
Este periódico ha tenido acceso a una carta fechada el 27 de octubre, y que ha sido redactada en términos muy duros. Esta misiva se suma a los escritos de extorsión enviados en mayo y julio a pesar de que ETA anunció en septiembre en su comunicado que había decidido hacía meses no llevar a cabo "acciones ofensivas". Se trataba de cartas, que tal y como informaron fuentes de toda solvencia, llegaron a alcanzar los 400.000 euros.
Ante este panorama, Urkullu apela a la prudencia. Y así, prudente, se mostró cuando ayer le preguntaron si creía que antes de Navidad habrá un alto el fuego de ETA "permanente y verificable". "No tengo ningún dato. Lo ha dicho Jesús Eguiguren", contestó el jeltzale. Preguntado por si lo veía factible, Urkullu respondió que sí. "No lo descarto, no porque tenga ningún dato", explicó y no quiso ahondar en el tema, aunque destacó, que "para el PNV la exigencia es un cese definitivo por parte de la organización terrorista".
Y es que Urkullu apeló de nuevo a ese "pacto de silencio" que ya solicitó, y quiso escapar de las hipótesis. "El mundo de ETA es opaco y sinuoso, y nosotros defendemos que es mejor no dar alas a especulaciones y elucubraciones en torno a ese mundo y menos si pueden ser utilizadas de manera perversa", afirmó. Y precisamente refiriéndose al silencio y la cautela, el dirigente jeltzale hizo referencia al abogado sudafricano y mediador Brian Currin, del que dijo que, al igual que los demás, es mejor que guarde silencio.