BILBAO.- El cambio cualitativo del objetivo de los saboteadores, -que han hecho caso omiso a la llamada de la izquierda tradicional en "su apuesta inequívoca por la utilización de vías exclusívamente políticas y democráticas"-, ha supuesto que desde el PSE y del PP reaccionen instando a EA a elevar su nivel de exigencia con la izquierda abertzale ilegalizada con la que llegó al acuerdo de trabajar en la construcción de un Estado vasco independiente por vías "pacíficas y democráticas". Desconocidos colocaron ayer de madrugada un artefacto incendiario junto a la puerta de la vivienda de un vecino del barrio de Altamira de Bilbao. Al dispositivo deflagrante, que ocasionó escasos daños materiales, acompañaban unas octavillas con la inscripción "chivato" y una diana dibujada.
Los responsables de investigación de la Ertzaintza asocian este nuevo ataque de kale borroka a la acusación que sobre este vecino se ha realizado, desde el entorno abertzale radical, de haber colaborado en la detención de dos personas acusadas de la quema de un autobús en 1995. Dos años después de aquel hecho, en 1997, esta misma persona sufrió el incendio de su furgoneta.
El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, expresó ayer su solidaridad al vecino agredido y condenó de manera rotunda este ataque que atribuyó al "entorno de ETA". El secretario de Organización del PSE, Alfonso Gil, advirtió a EA que reflexione porque su acuerdo con Batasuna le va a "pasar factura".
Leopoldo Barreda, portavoz del PP, condenó la colocación del artefacto incendiario y señaló que sería "lógico" que algunas fuerzas o líderes políticos, como EA o el alcalde de Donostia, Odon Elorza, elevarán, "de una vez por todas, su exigencia con ETA-Batasuna y dejarán de hacer declaraciones complacientes". Barreda señaló que se trata de un acto "de los más graves de los últimos meses" que "confirma la reorganización del terrorismo callejero" en Euskadi.
"incompatibles" En este sentido, la formación aludida salió de nuevo al paso de este rebrote de kale borroka para mostrar su "solidaridad" con el agredido y asegurar que este tipo de acciones, además de condenables moralmente, son "incompatibles con la ilusión generada en la sociedad vasca" por su acuerdo independentista.
Aralar también reprobó este último acto de kale borroka, así como los anteriores de quema de contenedores que, dijo, son "estériles" y lamentó el dolor y el gasto que suponen.
Por su parte, el portavoz de EB, Serafín Llamas, reclamó también a la izquierda abertzale que "se comprometa con las vías exclusivamente pacíficas y se desmarque" de los actos violentos.