vitoria. La marejada que ha desatado en el seno del Partido Socialista y del PP los planes que Jesús Eguiguren ha trasladado al lehendakari Patxi López, encaminados a propiciar el regreso a la política de la izquierda abertzale oficial, continuó ayer. Como prueba del ambiente enrarecido que viven socialistas y populares desde que se filtró la hoja de ruta confeccionada por Eguiguren, basta con prestar atención al mensaje que lanzó la número dos del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, que exigió a José Luis Rodríguez Zapatero la cabeza del presidente del PSE por abrir el debate sobre la "legalización de Batasuna".

En un acto público celebrado en Alcázar de San Juan, la secretaria general del PP advirtió de que no vale con que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya dicho que Eguiguren "no sabe por dónde va", sino que el PSOE -continuó- debe "quitarle toda la autoridad y decir que deja de ser" el presidente del PSE. "Con estas cosas no se juega y aquí no caben medias tintas", subrayó Cospedal.

En las filas socialistas, después de la desautorización que en público protagonizó la víspera Patxi López, ayer, varios compañeros de Eguiguren salieron a la palestra para corregir al presidente del PSE. El primer recado llegó de la mano del ministro de Fomento, José Blanco, quien advirtió de que la única vía posible para el fin de ETA es el abandono de las armas. Desde Euskadi, el secretario general del Partido Socialista en Gipuzkoa y consejero de Vivienda, Iñaki Arriola, recordó que Patxi López dejó claro en su última intervención en el Parlamento que en política antiterrorista son "el propio lehendakari y el Gobierno vasco los que marcan la dirección política a seguir"