Vitoria. Manuel Espinar, presidente de la asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría y padre de Manuel Tapial -uno de los activistas que viajaba en la flotilla solidaria que fue abordada esta madrugada por el Ejército israelí--, afirmaba ayer que "todos" los integrantes de la iniciativa serán encarcelados en cuanto lleguen a puerto y que "los tres españoles están bien".

Manuel Espinar ha indicado que los miembros de la asociación ya sabían que algo así podía ocurrir y, de hecho, se había advertido de ello al Gobierno español y a la Unión Europea para que garantizasen la protección del barco, pero no se obtuvo "ninguna respuesta". "El Gobierno y la UE son culpables", afirmó.

"No obstante, admitió que nunca pensábamos que iba a ocurrir lo que ocurrió hasta la última noche", explica. "¿Cómo iba a intervenir Israel en un barco que bajo bandera de un país de la OTAN (Turquía), un país fiel a los dictámenes del Imperio?", dijo.

En lo que se refiere a la supuesta presencia de armas, Manuel Espinar aseguró que antes de la partida se había invitado "a la comunidad internacional, a la ONU, a la Unión Europea, que fuesen y supervisasen los barcos, no hubo ninguna voluntad de ocultar nada".

La conmoción ayer ageneral. Aprovechando la predencia de varias mujeres árabes y palestinas en Bilbao que participaban en el 2 Cineforum sobre Mujeres, Oriente Medio y Resistencia Civil en el Euskalduna, este medio preguntó su opinión sobre este tragico acontecimiento. La libanesa Serene Assir considera que no le ha sorprendido la reacción de Isael, porque "es un Estado que nunca ha discernido entre cambatientes y no combatiente o entre combatientes e internacionales. Cuando una persona se pone del lado de lso palestinos, Israel lo considera enemigo". "Yo ya no puedo aguantar nada más de Israel, son bestias en potencia y nos acusan a todo el pueblo palestino de ser terroristas, pero en realidad son ellos los que hacen terrorismo. Los gobiernos del mundo son los reponsables de que siguan siendo unos animales y deben impnerle castigos realmente efectivos", dice esta dirctora financiera de Ramallah (Cisjordania).

La directora de cine palestina Mais Darwaza espera que la sociedad europea sepa hacer que sus gobiernos se movilicen, porque "sería muy triste que con gobiernos democráticos que teneis en Europa no hagan nada, sería un desastre.

voces desde bruselas Fatima El Murabiti es una joven estudiante de psicopedagogía belga que hace tiempo decidió implicarse humanitariamente contra el bloqueo de Gaza y una de las cinco voluntarias belgas que formaban parte de la flotilla cuando fue atacada por el ejército israelí. Ayer su hermana Asma habló en nombre de ella en el Parlamento Europeo para explicar su historia, para defender sus ideales.

"Para ella es inadmisible el bloqueo. Ese millón y medio de personas asfixiadas. Lo que ocurre en Gaza no es una catástrofe natural, es un bloqueo, así que Fatima decidió actuar como ciudadano porque no forma parte de ninguna asociación o un partido político", explicó.

Seria, con voz que se le entrecortaba por momentos, explicó que perdió el contacto que mantenía con ella a través de Facebook alrededor de las 3.10 de la mañana porque las comunicaciones telefónicas por satélite estaban cortadas. En el barco viajaban con ella otros voluntarios, diputados, intelectuales, incluso dos niños. "Todo esto prueba que pese a la propaganda israelí y sus alegaciones no hay ni activistas islamistas ni armas. Son ciudadanos que han decidido hacer el trabajo que nuestros políticos no hacen", aclaró.

Como ciudada belga, y en nombre del Comité Viva Palestina Friends in Belgium, El Murabiti exigió ayer a las autoridades de su país que a corto plazo condenen el ataque, pidan la apertura de una investigación internacional, convoquen y expulsen al embajador de Israel en Bélgica, "que no acepten que un país con el que tenemos relaciones diplomáticas disparen contra nuestros ciudadanos", la presencia de los ministros de exteriores de la UE sobre el terreno para buscar a sus compatriotas y garantizar su seguridad y el acompañamiento de la ayuda humanitaria hasta Gaza. A largo plazo, además, exigió al Gobierno belga que utilice todo su peso político y económico para eliminar de una vez por todas el bloqueo de la franja de Gaza, que la UE suspenda sus acuerdos de asociación con un país que no respeta los derechos humanos ni la ley internacional y sanciones económicas internacionales contra Israel. Junto a ella, ayer explicó su experiencia Julie Jaroszewski, otra de las jóvenes bélgas que, al contrario que su hermana, prefirió abandonar la flotilla en el puerto turco de Antalya. "Todo el mundo a bordo era consciente del riesgo, pero esperaban que Israel respetara el derecho internacional", explicó. En su caso reconoció que decidió no proseguir el viaje siemple y llanamente por temor. "No seguí porque tuve miedo", reconoció.