LEOPOLDO Barreda (PP) no tenía compañeros cuando comenzó su andadura en el Parlamento Vasco. Entonces, el socialista Jesús Eguiguren había sido ya presidente de la Cámara y el cargo lo ostentaba entonces Joseba Leizaola. Y todos conocieron de primera mano el carácter de José Antonio Rubalkaba (PNV), para muchos de ellos por cercanía simplemente Pepe.
Minuto a minuto, Onda Vasca tejió ayer como mejor sabe la historia del Parlamento. Y para ello, contó con protagonistas de Historia, con mayúsculas, con historia. La política vasca de pasado y presente pasó por el set del programa Euskadi hoy y se descubrió ante su director Xabier Lapitz.
El programa empezó puntual, como cada día, pero esta vez parte de sus protagonistas -junto a Lapitz se encontraba su compañera Eider Hurtado y Gorka Torre- habían cambiado el escenario. Onda Vasca no se quería perder en directo el treinta aniversario de la Cámara de Gasteiz. Y, desde el segundo piso de la institución, recibió a sus invitados, a excepción de Eguiguren, Jesús María Larrazabal (EA) y el escultor de Izaro, el emblema del Parlamento, Nestor Basterretxea, que no llegaron a tiempo. Cosas del directo.
Unai Rementeria (PNV), Mikel Basabe (Aralar), Oscar Rodríguez (PSE) y Laura Garrido (PP) fueron los primeros invitados de Lapitz, con los que repasó los últimos temas de actualidad de la Cámara, como la aprobación el día anterior (jueves) del 25 de octubre como festivo en el calendario de los trabajadores vascos. Una reproducción a escala pequeña de lo dicho por sus principales portavoces.
En la fila de espera, Leopoldo Barreda -que le aconsejaba distendidamente a su compañera de partido calma- y Dani Maeztu (Aralar), en representación de los parlamentarios hombres más mayor y jóven de la actual legislatura. Y, por teléfono, el jeltzale Rubalkaba que, aunque jubilado, no ha perdido la fama que tiene de combatiente. "¿Te ha invitado la presidenta?", pregunta Lapitz, dado sus 28 años de trabajo en el Parlamento. "No, querrá llevar a sus amiguitos de Madrid", respuesta al otro lado del teléfono con ironía. "Es Pepe Rubalkaba", concluye Barreda. Diez minutos con los portavoces de los grupos minoritarios, Mikel Arana (EB) y Gorka Maneiro (UPyD), y suenan las diez de la mañana. Larrazabal, atrapado en un atasco de tráfico, llega entonces. Para entonces, ya está sentada en el set de Onda Vasca la jeltzale y última presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, a quien debía acompañar Eguiguren, que no llega. La radio no espera. Su compañero de mesa, y relevo, se convierte el arquitecto de la sede actual del Parlamento Vasco, Julio Herrero, el único que tiene impreso su nombre en el edificio.
emotivo De nuevo Eider Hurtado ya tiene preparados a dos de los ex presidentes de la institución Joseba Leizaola y Juanjo Pujana. Con el primero de ellos, Lapitz hace regresar a la memoria de sus oyentes la toma de la institución por parte de los trabajadores de Nervacero, entre otros, y emociona a Pujana al hacerle escuchar sus propias palabras de constitución del Parlamento. "Parecía muy tranquilo -le dice el periodista-. La procesión iba por dentro", contesta Pujana.
De nuevo el boleto de las once marca la pauta y Onda Vasca se enfrenta a su última media hora con las experiencias de la bibliotecaria del Parlamento, Aranzazu Alday, uno de sus traductores, Mikel Garmendia, y Josu Oses, perteneciente a los servicios jurídicos. Ni rastro de Néstor Basterretxea, que entra, junto con el resto de invitados, cuando ya casi termina el programa.
Pero no hay tiempo para más. Quedan los resúmenes para el informativo y ponerse manos a la obra para el siguiente reto. Éste está superado. Con creces.