vitoria. El pacto va bien. Como era de prever, habida cuenta de que los contactos oficiosos y a través de los medios son más frecuentes que los oficiales, y de que Antonio Basagoiti y el lehendakari comieron juntos la pasada semana en Ajuria Enea, socialistas y populares pusieron ayer las cartas boca arriba.
Se reunían ambas formaciones en el Parlamento para evaluar la salud del acuerdo de bases en su primer año de vida, y tanto el portavoz socialista, José Antonio Pastor, como el secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, coincidieron en que el objetivo común del cambio y la normalización sigue impulsando su unión con la misma fuerza que hace doce meses.
Eso sí, entrando al detalle, el PP planteó una serie de quejas, ya a un nivel menor, justificadas tanto por la lentitud de los socialistas a la hora de cumplir sus compromisos con los populares, como por la necesidad que tienen ambos partidos de diferenciarse, dentro de la unidad constitucionalista, de cara a las cada vez más cercanas elecciones municipales y forales.
Así, el PP reclama cambios que aún no vislumbra en materia lingüística, tanto a la hora de defender el modelo A como en la convocatoria de oposiciones, especialmente en Osakidetza. "Tenemos su compromiso de que el euskera sea un mérito para acceder a la Administración, no un obstáculo", recordó Oyarzábal, que aprovechó también para dar un nuevo tirón de orejas a Lakua con motivo de la aún fallida transferencia de las políticas activas de empleo. "El Gobierno no puede estar sometido al chantaje del PNV y de Zapatero", afirmó.
Cierra el capítulo de reclamaciones populares la materia presupuestaria. Al margen del propio acuerdo de bases, o como un apéndice más del mismo, el PP comprometió su apoyo a las Cuentas del Ejecutivo de Patxi López a cambio de una serie de partidas que a día de hoy, con apenas dos meses efectivos de gestión antes de las vacaciones de verano, no se han ejecutado.
Faltan por concretarse una serie de obras en pueblos alaveses, el apoyo económico a ciertas infraestructuras y asociaciones, las ayudas al comercio y las medidas propuestas por los populares en materia de Educación. Por ello, el Partido Popular se sentará con el consejero de Economía, Carlos Aguirre, para subrayar en rojo "partida por partida y departamento por departamento" todos los compromisos pendientes.
En todo caso, el mensaje principal ayer era el de la cordialidad, el talante positivo y la estabilidad. Así lo afirmó Pastor, que asistió al encuentro acompañado por Txarli Prieto, Rodolfo Ares, Óscar Rodríguez y Cristina González, y que tuvo enfrente, además de a Oyarzábal, a Antonio Damborenea, Leopoldo Barreda, Laura Garrido y Javier Maroto.
Los socialistas aceptaron estudiar el plan para emprendedores y autónomos que impulsa el PP, y aunque Pastor reconoció los "desencuentros" planteados por los populares, su balance del contacto para evaluar la salud del pacto fue, en definitiva, "francamente positivo".