amsterdam. Holanda celebrará elecciones anticipadas tras la caída la pasada madrugada del gabinete de coalición, debido a las diferencias de los partidos del Gobierno sobre la permanencia o no de las tropas holandesas en Afganistán, cuya retirada estaba pactada para finales de 2010.
El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, disolvió ayer el gabinete oficialmente con la correspondiente comunicación a la reina Beatriz, lo que hizo a través de una carta y una breve conversación telefónica porque ésta se encuentra de vacaciones de invierno en Austria, según la Oficina de Información Gubernamental (RVD). A partir de ahora, el Gobierno dimisionario contará con 83 días para convocar elecciones anticipadas, lo que significa que los comicios se celebrarán como muy tarde en mayo próximo, en lugar de a principios de 2011, como correspondía.
Los diferentes partidos en el Parlamento se reunieron ayer a nivel interno y los líderes de cada uno de ellos se entrevistarán, previsiblemente mañana, con la Reina para analizar la actual situación política y cubrir las vacantes que los laboristas han dejado en el gabinete.
El democristiano Balkenende lideraba desde febrero de 2007 un Gobierno de coalición entre su partido (CDA), los laboristas del PvdA y los calvinistas de CU.
La caída del Ejecutivo de Balkenende se produjo cuando la pasada madrugada los ministros laboristas decidieron retirarse de la coalición, tras una larga discusión sobre si las tropas holandesas debían o no continuar un año más en Afganistán.
Los laboristas eran partidarios de no prolongar la misión, ni siquiera para adiestrar militares afganos, como proponía la OTAN. Los democristianos y los calvinistas, en cambio, querían cumplir con las "responsabilidades" solicitadas por la Alianza Atlántica y acceder a la ampliación de la participación de Holanda en la misión en Afganistán. La retirada del PvdA, en decadencia conforme a las encuestas, supone que sus ministros serán sustituidos hasta que se celebren nuevas elecciones por políticos del CDA y CU, las otras dos formaciones de la coalición.
El Ejecutivo pasará a ser dimisionario y gobernará de forma provisional en funciones, sin poder tomar decisiones relevantes.
Una de las fuerzas que más ha celebrado la caída del gabinete es la del antimusulmán Geert Wilders (Partido para la Libertad, PVV), que con sus ideas de extrema derecha se encuentra entre las beneficiadas en los sondeos. "El PVV está contento con la caída del Gobierno que, aunque largamente esperada, finalmente ha llegado", según un comunicado emitido por ese partido.
Algunas encuestas apuntan a que este partido, que ha hecho campaña en contra de la inmigración, puede convertirse en la segunda fuerza en el Parlamento. >efe