teherán. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ordenó ayer a la Organización para la Energía Atómica iraní, que emprenda los preparativos necesarios para el desarrollo del combustible nuclear necesario para el reactor nuclear de Teherán.

Irán espera así conseguir por sus propios medios uranio enriquecido al 20%, el necesario para poner en marcha un reactor nuclear de investigación médica.

Mientras, desde Washington, Londres o Berlín ya han surgido las primeras reacciones de decepción y pesimismo ante esta decisión, a la vez que comenzaron a advertir de la aprobación de nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.

reacciones El secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, hizo un llamamiento a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre el Gobierno iraní, más que sobre su gente, para poner límite a sus ambiciones nucleares.

"Si la comunidad internacional se junta y genera presión para enfrentar al Gobierno iraní, creo que aún hay tiempo para sanciones", dijo Gates. "Pero todos tenemos que trabajar juntos", agregó.

Tanto Estados Unidos como sus aliados sospechan que el objetivo último del Gobierno de Teherán es lograr uranio enriquecido al 90%, suficiente para la fabricación de armas nucleares.

Además, este último anuncio pone en peligro los contactos y negociaciones llevadas a cabo sobre las ofertas del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania) para el enriquecimiento del uranio al 3,5% que ya posee Irán en algún país extranjero para fabricar el combustible nuclear que tanto ansía Teherán.