madrid. El Partido Popular acusó ayer al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, de intentar interferir en la investigación del caso Faisán y de saber "quién y cómo se coció el soplo" previo a una operación policial contra el supuesto aparato de extorsión de ETA, mientras que el dirigente socialista se remitió a la investigación en curso y aseguró que el principal partido de la oposición sabe más que él al estar personado en la causa que se sigue en la Audiencia Nacional.

"Ésta es una cuestión que se sitúa en el ámbito de las actuaciones judiciales, naturalmente, ésas que como ahora veremos se han tratado de interferir por su parte", señaló el diputado del PP Ignacio Gil Lázaro, quien además acusó a Rubalcaba de llevar "semanas intentado eludir dar explicaciones claras". "Seguramente porque no pensó que el tema se le iba a descontrolar y que bastaba con mandar al fiscal que solicitase el archivo de la causa", añadió en su argumentación.

En ese sentido, Gil advirtió al titular de Interior de que "se le ha venido abajo el escenario" y que "la sociedad y la Policía le exigen que se llegue al final de este asunto". A partir de ahí, Gil Lázaro ofreció su tesis del caso: "No estamos hablando de suposiciones, sino de evidencias nacidas de los hechos y los hechos le acorralan". "Usted sabe quién lo dio, como se coció y la autoridad que dio la orden del chivatazo", sentenció.

El parlamentario de la bancada popular consideró que "es un hecho" que el mismo día 4 de mayo de 2006 en el que se frustró la operación contra el supuesto aparato de extorsión de la organización terrorista, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, iba a recibir en La Moncloa al entonces presidente del PNV, Josu Jon Imaz, quien le iba a presentar su apoyo al proceso de negociación con la banda armada.