vitoria. Los dos máximos representantes de las instituciones del País Vasco, el lehendakari Patxi López y la presidenta de la Cámara autonómica, Arantxa Quiroga, acuden hoy al Congreso para festejar por primera vez la aprobación de la Constitución española.

Populares y socialistas entienden esta decisión como un paso más en su empeño por "normalizar" la vida institucional de la política vasca, después de que sus predecesores nacionalistas hubieran decidido no participar en este acto durante las tres décadas anteriores para dejar constancia del apoyo que la Carta Magna del Estado recibió en Euskadi, donde sólo un 44,65% de la población con derecho a voto acudió a las urnas a refrendar el texto, y un 23,5% de ellos lo hizo para votar no a este marco legal.

el fin de la excepción vasca El portavoz del PSE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, explicaba así la decisión tomada por los protagonistas del cambio en Euskadi. "El Gobierno Vasco está acabando con la excepcionalidad" propiciada por el PNV, y al acudir a esta fiesta en el Congreso, López lleva a la sociedad vasca hacia "la normalidad democrática", aseguró.

En una entrevista concedida a Europa Press, Pastor aseguró que las críticas que está recibiendo el líder del PSE por asistir al 31 cumpleaños de la Constitución "están muy fuera de lugar" y justificó la presencia hoy de López en Madrid alegando que "el lehendakari lo es porque existe el Estatuto de Gernika", y que el Estatuto de Gernika existe porque existe la Carta Magna, lo que en su opinión convierte al mandatario vasco en "una figura constitucional".

Así, quiso zanjar el debate reivindicando que "lo único que hace el lehendakari actual es convertir en normal lo que debería haber sido normal en los últimos años" en los que, en su opinión, "ha habido una intencionalidad clara de desmarcarse de la identidad española, de querer diferenciarse de otras comunidades".

la crítica alimenta el terrorismo En la misma línea se movió el discurso del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien sin embargo llevó sus reflexiones un par de pasos más allá y, en lugar de limitarse a defender la Constitución, la emprendió contra quienes la cuestionan llegando incluso a decir que con su postura abren paso al terrorismo. "Quienes se alimentan del enfrentamiento y el desencuentro por intereses electorales abren la puerta a quienes utilizan el terrorismo para intentar imponer su proyecto antidemocrático", afirmó.

El dirigente popular acusó al PNV de "poner freno al desarrollo de una realidad constitucional" y de anteponer sus "intereses de partido a las previsiones constitucionales y estatutarias, por lo que aseguró que la sociedad española, "y de manera especial la sociedad vasca", necesitan "instrumentos que permitan el entendimiento y el acuerdo", como a su juicio son la Constitución y el Estatuto que, para Basagoiti, han permitido que "en cada rincón de España se puede pensar y ser libremente lo que uno quiera".

"nada que celebrar" Sin embargo, como viene siendo habitual esta legislatura en la que conviven dos bloques con sensibilidades tan diferentes, las demás formaciones se mostraron contrarias a la participación de López y Quiroga en esta fiesta -y a la celebración del aniversario en sí misma- porque entienden que, visto el recorrido que ha tenido el marco legal desde su aprobación, no hay "nada que celebrar".

Así lo ve Aralar, que ayer aseguraba que la Constitución Española de 1978 "es retrógrada, centralista y cercena derechos" ya que "posibilita la restricción y la negación de derechos personales y colectivos". En su opinión, este marco legal no sólo "no reconoce el derecho a la autodeterminación", sino que además hizo posible que se "frustraran" reformas democráticas como el denominado Plan Ibarretxe, o ahora el Estatuto de Cataluña.

Por su parte, desde el PNV, Joseba Egibar recuperó el debate generado respecto a la conversión del aniversario del Estatuto en Día de Euskadi para recordar que quienes creen que existe un pueblo vasco celebran el Aberri Eguna, aunque PSE y PP prefieran otras fiestas.