BRUSELAS. Los países de la Alianza Atlántica respaldaron ayer de forma unánime los nuevos planes para Afganistán anunciados por el presidente estadounidense, Barack Obama, y garantizaron el envío de un mínimo de 7.000 soldados adicionales al país asiático en 2010 procedentes de al menos 25 países.

"Toda la OTAN ha dado el apoyo a esta estrategia", subrayó la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, tras reunirse con los responsables de Exteriores aliados en Bruselas.

Clinton agradeció el refuerzo militar anunciado por los miembros de la OTAN y sus socios y consideró "fundamental" que se mantenga esa "determinación hasta que la misión esté concluida".

Con los compromisos aliados y el aumento de tropas hecho público esta semana por la Casa Blanca, la misión internacional en Afganistán contará en 2010 con 37.000 efectivos más de los que tiene este año.

El responsable de la operaciones militares en Afganistán, Stanley McChrystal, había solicitado hace meses un refuerzo de 40.000 soldados para aumentar la seguridad en el país. Reino Unido, con un total de 1.200 soldados, e Italia, con 1.140, encabezan en número las nuevas contribuciones aliadas para trabajar en la estabilización de Afganistán.

Junto a ellos, Polonia aportará unos 600 efectivos y Georgia y Corea del Sur, dos estados que no pertenecen a la OTAN pero que cooperan con ella en la misión internacional, enviarán 920 y 400 militares, respectivamente.

Otros gobiernos, como el francés, han descartado enviar más personal salvo para contribuir al entrenamiento de las fuerzas de seguridad afganas. "No es el número de tropas el que cuenta, son las misiones. Para nosotros, tenemos suficientes tropas donde estamos", dijo el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, aseguró mientras tanto que varios países estarán en posición de anunciar nuevos refuerzos en "las próximas semanas y meses".

Algunos, como España, están estudiando opciones y aún no han precisado su posible contribución a la nueva estrategia de Obama, que incluye incrementar las tropas para reducir la violencia de los insurgentes, impulsar la capacidad de acción del Gobierno afgano y aumentar la ayuda al desarrollo al país. Alemania, por su parte, esperará hasta la conferencia internacional sobre Afganistán que se celebrará en Londres a finales de enero para tomar una decisión.

"Las naciones están respaldando sus palabras con hechos", destacó Rasmussen.