donostia. "Dar un nuevo impulso a la petición de respeto para los derechos de los presos políticos vascos, interpelar a los gentes políticos para que esos derechos sean respetados, garantizar la implicación popular para hacer frente a los gastos derivados de la política de dispersión y ayudar a hacer frente a la criminalización de la solidaridad" son algunos de los compromisos que adquirieron los participantes en las jornadas que, organizadas por la asociación de familiares de presos de ETA, Etxerat, concluyeron ayer en Donostia después de tres días.
Según consta en la web del diario Gara, en las conclusiones de estas sesiones se realiza una descripción de la política penitenciaria aplicada a los presos vascos por los estados español y francés, una práctica "absolutamente alineada con sus intereses políticos; lejos de lo que deberían ser unos Estados democráticos y de Derecho".
En este contexto se inscribe también la política de dispersión, "una doble condena para el preso o la presa ya que también es un castigo añadido" para sus familiares y amigos, así como los pasos dado en "la aplicación de la cadena perpetua", el mantenimiento en prisión de los enfermos y la persecución fuera de los muros. Las conclusiones recogen, como resumen a lo expuesto, la demanda a Francia y España para que cambien "de raíz" la política penitenciaria actual.