no de los más grandes jugadores de la historia del Baskonia ha colgado las botas y al aficionado le queda la pena de no haberse podido despedir en el Buesa Arena de una leyenda del calibre de Luis Scola, oportunidad que se perdió cuando no pudo visitar Vitoria hace dos temporadas por la suspensión de la Euroliga. A sus 41 años, tras disputar sus quintos Juegos Olímpicos, ha decidido pasar de las canchas a los despachos en Varese. Llega la hora del tributo a Luifa, un icono al que el baskonismo rendirá pleitesía en cuanto sea posible. No en vano, desde el club -con Josean Querejeta a la cabeza- se la considera el jugador más importante que ha vestido de azulgrana y no cabe duda de que, en cuanto sea posible, le llegará ese homenaje de la ciudad que le acogió cuando era un adolescente, le vio crecer y transformarse en un gigante que, tras convertirse en uno de los mejores jugadores de Europa, cumplió su sueño de aterrizar en la NBA. Desde que el ojo de halcón de Alfredo Salazar descubriese su potencial en Argentina, con su carácter, sus bailes de salón al poste bajo y su enorme facilidad anotadora erigió su incontestable leyenda, jalonada por títulos. ¿El mejor? Si no lo es, está muy cerca. Una cuestión sin importancia porque para el recuerdo quedan sus exhibiciones. Agur y muchas gracias.