ás o menos 1,3 kilómetros, 1.300 metros de ristra de lucecicas que recorren en Madrid el camino entre la Plaza de Neptuno y la Plaza de Colón. No sé cómo lleva Abel Caballero, alcalde de Vigo, su anual despliegue lumínico navideño -el año pasado diez millones de bombillas led iluminaron la ciudad-, pero diría que Madrid le va a poner las cosas difíciles en esa surrealista y berlanguiana competición en la que se embarcó el año pasado con su compañero popular y primer edil madrileño, José Luis Martínez Almeida. Quizá Caballero tomó ventaja -quien da primero da dos veces- cuando ya en agosto comenzó con la colocación de las bombillicas. Pero Martínez Almeida, que el año pasado ya retó a Caballero con aquel "desde Vigo vas a ver las luces de Madrid" -lo que fue replicado por el gallego con el no menos epatante "no creo, las de Vigo las ven en Nueva York"-, este año ha decidido pasar de las palabras a los hechos en lo que a órdagos de parafernalia festiva se refiere y se ha marcado esos 1.300 metros con lucecicas perfectamente alineadas en tres franjas rojigualdas, oh, sí. ¡Supera eso! Me pregunto si en Nueva York colocarán este año alguna efigie luminosa de Trump, en la torre homónima por ejemplo. No sé, ya puestos a entregarse al surrealismo...