un fin de semana para elevar un poco el optimismo de los aficionados albiazules y baskonistas justo antes de que se avecine la, para nosotros, dolorosa fiesta copera de Málaga. También esta semana llegan las semifinales de la Copa de fútbol donde el Alavés se dejó buena parte de su credibilidad en aquella fatídica eliminatoria contra el Jaén. Tiene bemoles que ahora, cuando el Baskonia parece haber encontrado el camino correcto, se dispute el primer título de la temporada sin tener opciones a reafirmar esa mejoría. Y justo cuando el Alavés ha conseguido remodelarse y alcanzar la mayor renta de la temporada con respecto al descenso, su posible lugar en las semifinales de Copa lo ocupará un Mirandés que sí supo pelear las eliminatorias previas con el ímpetu que requerían. Bien habrían podido ambos equipos rectificar o reaccionar un poco antes ¿no? En fin, una pena. Más nos valdrá ilusionarnos con lo que está por venir ahora que Ivanovic ha conseguido volver a imponer respeto en las canchas de basket y que a Garitano le han traído refuerzos aparentemente relevantes para incrementar la solvencia de su equipo. Los últimos resultados así lo atestiguan. Habrá que conformarse y, qué remedio, hasta convenir que nunca es tarde si la dicha es buena.