No lo niego. Pese a todo lo que he escrito en contra del espíritu consumista que todo lo pervierte, en estos días navideños yo también he salido a hacer compras compulsivamente para regresar a casa cargado con más bolsas de las que se pueden sujetar con ambas manos. Y, lo más curioso de todo estos es que, pese a las campañas de marketing y publicidad que instan a visitar y llenar la caja de los comercios locales, mi monedero sólo se vació en locales pertenecientes a grandes cadenas que están presentes con sus clones de superficies de ventas tanto aquí como en Renieblas, provincia de Soria. Y no. No reniego del minorista. Lo que ocurre es que, por desgracia, Gasteiz se ha convertido en territorio vedado para esa especie, que ya no está, y por lo que se ve, ni siquiera se la espera. Parece que acudir al establecimiento de proximidad se ha convertido en una acción para militantes extremos, ya que en áreas presuntamente comerciales como el Ensanche sólo hay espacio para lo que sugiere la dictadura del retail. En fin, que seguro que no es tan negro como lo pinto, pero les invito a pasear por las calles con más renombre y hacer un listado con tiendas con carácter local, porque se han convertido en un rara avis en peligro absoluto de desaparición.