frika es una adolescente de 13 años cuya melena mide exactamente 17'3 cm. de longitud. Durante unos meses, cada noche se ha estado peinando y midiendo el pelo concienzudamente. La lentitud con la que le ha ido creciendo el cabello ha sido inversamente proporcional a la velocidad con la que su madre se ha ido desesperando ante un gesto tan superfluo.

Sin embargo, el otro día la madre encontró un papel en la mochila de su hija. Tenía escrita la dirección de una página web: Mechones Solidarios. Se trata de una iniciativa nacida en 2013 (a la que ya hay adheridas peluquerías en Álava), que recoge donaciones de pelo natural y fabrica pelucas para personas con cáncer, que han perdido el pelo en la quimioterapia. Particularmente se centra en las niñas y niños con cáncer, a quienes solo se les pueden poner pelucas hechas con pelo de niñas y niños. Ello hace que las melenas de 20 cm de mi hija y otras amigas sean muy esperadas. Para quienes las reciben, se convierten en pelucas con las que socializar en el colegio, verse bien, no sentirse bichos raros calvos en clase. Con su jerga juvenil dicen que les dan la vida.

Y es verdad que, más allá del sentido metafórico de esta expresión, hoy Día de los Trasplantes felicitamos a las 2.045 personas que han dado vida a otras, en los 4.425 trasplantes de órganos realizados en 2020 en el Estado español (Euskadi está entre las 5 comunidades autónomas con mayor tasa donante). Sin embargo, no quisiera dejar de felicitar también a esa juventud, de la que últimamente tantos titulares negativos escuchamos, por gestos solidarios como ese. Me siento orgullosa de ver a estas chicas que, cortándose algo tan importante para ellas como su pelo, obviamente no dan la vida. Pero a su manera dan vidilla a otros chicos y chicas, con quienes trenzan un lazo de amistad y complicidad entre mi pelo y tu peluca.