hora va y tenemos vacuna, aunque es un lío porque nos dicen que la vamos a tener sin confirmar que la tengamos todavía. Lío sobre lío, porque tampoco sabemos si podemos coger un café sin pincho, el café solo o el pincho sin café. Está todo muy lioso.

Y si pocos líos fueran, ahora resulta que el conductor espiritual de Bildu, D. Arnaldo, quien twitteó en 2017 que "El PNV tiene un problema, tiene que mirar a la cara a los abertzales de este País y decirles que va a sacar las cuentas con el PP y el PSOE", antes de ayer twitteó que "Hoy he mostrado la disposición favorable de Bildu a aprobar los presupuestos generales del Estado. Seguimos trabajando para que este paso contribuya a garantizar más derechos para nuestro pueblo y sus trabajadores". No sé si soy de los de liarse dándole muchas vueltas a las cosas, pero mis neuronas se lían al no saber si es bueno o malo pactar con Madrid, y aunque el líder espiritual se lo sacuda con la simpleza de Trump, razonando en twitter, a mí me tiene en un sinvivir. Demasiados líos para un pensador pobre de espíritu como yo, que lo único que desea es que vuelvan a abrir los bares para socializar solo con los vasos y sus contenidos, para consultar cómo salir de estos líos con las burbujas de la cerveza y los aromas del vino.

Le doy vueltas y no sé si, lo mismo que el jefe de Pfizer anunció la cojovacuna antes de tiempo para sacarse una pasta en bolsa importándole una higa lo que luego pase, quizás el jefe de Bildu haya vendido su producto para ver si embolsaba minutos de gloria y luego, si eso, ya se verá. O quizás pueda que el líder quiera acabar con el "régimen" para volver a sus tiempos en que le apodaban "el gordo". Aunque también pudiera que se haya liado al confundir la vacuna con el producto estrella de Pfizer, Viagra, pensando que su propuesta le pueda poner palote. Sigo liado.