El refrán es la sabiduría comprimida. “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Yo tuve un profesor de Metafísica que no sabía explicar de palabra lo que pensaba. Se limitaba a leer un libro genial que había escrito sobre Metafísica: Meta ta fisika (Más allá de la naturaleza). La inteligencia no está en la verborrea, en la retórica ni en el saber mentir, sino en la sencillez. Se agradece durante toda la vida el haber tenido al menos un buen profesor, alguien que sepa explicar de una forma sencilla y simple, para entender, lo que parece más complicado y obtuso. Cuando en un curso hay mucho suspenso, no es culpa del alumnado si no del profesor, que es un tronco con ojos y no sirve para eso: se debería buscar otro trabajo u oficio. Esa asignatura también la aprendes con el tiempo. La reflexión va para los que se creen con derecho a mentir y a manejar la vida de los demás. Y no quiero señalar a nadie. Que cada barco aguante su vela. De momento, las redes sociales (otro nombre para confundir) hacen la labor de estercolero público. A lo dicho: lo bueno, si breve, dos veces bueno.Ez gehiegi hitz egin, ez bada nahi huts egin. No hables demasiado, si no quieres meter la pata.Daniel Ezpeleta Zarrakaztelu.eus