Las lágrimas de Salomé Pradas
La exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat Valenciana, Salomé Pradas, ha sido noticia por dos cosas. La primera, su declaración como investigada ante la jueza de Catarroja que investiga la gestión de la DANA. La segunda, sus lágrimas al admitir que no tenía experiencia en gestión de emergencias. Sobre esto, una opinión: los políticos son gestores. Su labor no es tanto saber como rodearse de los que saben, escucharles y dejarse aconsejar. Por eso es buena la humildad, aunque escasee. Pero el cargo público y el cuantioso sueldo llevan aparejada la obligación de dar la cara. Por mucho que llore, hay 227 muertos.
Lo de la DANA (sí, otra vez)
A veces no se nota mucho la incompetencia de algunos políticos en puestos de responsabilidad. Otras, como con la peor DANA del siglo, termina en desastre. Un desastre del que siguen saliendo detalles, como los angustiosos mensajes que el número dos de Emergencias de la Generalitat, Emilio Argüeso, recibió en su móvil personal ante el colapso del 112 y cuyo detalle cuentan los compañeros de Levante-El Mercantil Valenciano. Aviso de que su lectura, necesariamente pausada, provoca un crepitar de entrañas ante las preguntas sin respuesta: ¿En serio no se supo gestionar mejor? Un desastre, no lo olvidemos, que costó 227 vidas.
Multa por abandono
Seguro que más de uno se escandaliza al leer esto: “Abandona a su gato en Ciempozuelos y le multan con 9.000 euros por la Ley de Bienestar Animal” (Libertad Digital). Con el anuncio de la entrada en vigor de la medida se avanzaba que habría sanciones, y está bien que éstas vayan llegando para que veamos que va en serio. Una mascota debe acarrear un compromiso ético porque, al fin y al cabo, te responsabilizas de un ser vivo. Si vas a ser capaz de deshacerte de ella, de dejarla sola en casa durante más de un día o de dejarla atada sin supervisión a la puerta de un comercio, casi mejor te compras un peluche y das mejor ejemplo.
Revertir la familia
No puedo con el chupiprogresismo que cuestiona absolutamente todo. Ahora resulta que la familia es una institución “que hay que revertir”. No cualquier tipo, no. El ente opresor a erradicar es, por supuesto (nótese la ironía), la familia tradicional. Lo dice Inés Hernand, celebrity, presentadora y notaria (de dar la nota) a tiempo completo. Que puede haber personas con las que no compartas sangre pero sí muchas más cosas que con tu prima segunda la de Cuenca es una obviedad, pero ¿por qué la familia ‘tradicional’ es ahora un problema? ¿No puede cada uno vivir como quiera sin dictarles el paso a los demás? Qué hartazgo.
Anticonceptivo masculino
Ejemplos de investigaciones sanitarias que se realizan sin el necesario sesgo de género hay miles. Por eso me ha sorprendido, para bien, leer sobre la creación de la primera píldora para hombres, “un anticonceptivo reversible con 99% de efectividad” (El Confidencial). Lo más sorprendente del avance es que no altera las hormonas ni muestra efectos secundarios. Se puede dejar de tomar cuando se quiera y se recupera la fertilidad en pocas semanas. Un avance por muchos motivos: porque da autonomía reproductiva a los hombres y deja de cargar todo el peso de la responsabilidad de la planificación familiar en las mujeres.